Los gritos de la multitud llenaban el aire eufórico de aquel estadio esperando por su artista favorito. La energía que se trasmitía en ese momento era una locura.
Rosé sentía la adrenalina recorrer por sus venas mientras se preparaba para subir al escenario en su tan esperado concierto en la vibrante ciudad de Los Ángeles. Con el corazón latiendo con fuerza y una mezcla de emoción y nerviosismo, repasó mentalmente el repertorio una última vez mientras el equipo de producción finalizaba los preparativos finales.
Para Rosé, cada concierto eran mucho más que una simple actuación, era un momento muy especial con sus fans, una oportunidad para conectar a un nivel mas profundo con la música.
Mientras caminaba hacia el escenario, podía sentir la energía eléctrica en el aire, la anticipación palpitante de la audiencia que esperaba con ansias verla brillar.
Una vez en el lugar designado en la plataforma desde donde subiría al escenario, su banda comenzó a tocar la intro que marcaba el inicio de todos sus conciertos. Cuando los focos se centraron en ella, los gritos del público aumentaron considerablemente.
—¡¿Están listos para esta noche?!—exclamó Rosé, su primer acorde de guitarra desencadenó el entusiasmo del público. La música comenzó a fluir, envolviéndola en una ola eufórica de pasión por parte de sus fans, quienes cantaban a todo pulmón. Con cada nota y cada movimiento, Rosé entregaba lo mejor de sí misma, mostrando su apasionado desempeño como cantante y su notable talento.
Mientras cantaba, Rosé se sumergió en sus pensamientos, transportándose a los días en los que practicaba incansablemente para convertirse en la mejor cantante del mundo. Recordó lo difícil que fue al principio dejar su país natal, su familia y amigos, para viajar hasta Corea del Sur y perseguir sus sueños.
La decisión no fue fácil; sus padres se opusieron firmemente, advirtiéndole que solo perdería el tiempo tratando de ser cantante y que debería buscar una carrera "real". Sin embargo, Rosé no se dejó vencer. Creía en sí misma y nunca renunció a su sueño.
Estaba profundamente agradecida con Jennie por aceptarla en su empresa y por creer en su talento. Jennie vio en ella una luz de esperanza, una gran compositora, cantante y amiga. Era una de las personas más importantes en su vida; la recibió con los brazos abiertos en su hogar en fechas especiales, lo cual significaba mucho para Rosé, especialmente al no tener a nadie cercano en aquel país.
Jennie siempre estuvo ahí para ella.
También el apoyo y amor incondicional de sus fans la habían llevado hasta donde estaba hoy. Observar el rostro emocionado de sus seguidores mientras cantaba era un recordatorio constante de la conexión especial que compartían, una conexión que trascendía las barreras del idioma y la distancia.
Por eso, al componer la letra de sus canciones, Rosé se esforzaba por ser transparente. Quería que sus fans entendieran sus sentimientos más profundos y que también pudieran verse reflejados en ellos.
Para ella, el escenario era más que un lugar de actuación; era su hogar, su santuario, donde podía ser verdaderamente libre y expresarse sin restricciones.
Con el concierto llegando a su fin, tomó el micrófono para dirigirse a sus fans con ternura y emoción en los ojos.
—Quiero tomarme un momento para dedicarles unas palabras—comentó Rosé, su voz angelical sonando por todo el estadio.
—La siguiente canción habla sobre la lucha interna que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas—continuó Rosé, su expresión reflejando sinceridad y vulnerabilidad—Trata sobre la sensación de no ser suficientes para alguien.
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Enemigas | Jenlisa
FanfictionDonde Jennie y Lisa son CEO de las empresas mas importantes en la industria musical. Por tal motivo la rivalidad entre las dos es inevitable. ¿Que sucederá cuando tu peor enemiga te desea? créditos de la portada: @jenlisacyber en twitter. Historia...