Enemigas | Jenlisa

06

Aunque resulte sorprendente, Jennie y Lisa fueron amigas en los primeros meses como aprendices.

Se conocieron cuando se cruzaron por accidente en el elevador. Jennie se dirigía a su clase de canto, ubicada en el último piso. Llevaba apenas unos meses en su agencia y, al ser aún novata, a veces se perdía en ese edificio tan grande. Sin querer, terminó en las salas de ensayo de The Black Label.

Nerviosa por el error que cometió se devolvió rápidamente al elevador, pero chocó con alguien mas alto que ella. Era una chica joven, con una gorra, ropa deportiva y una sonrisa cautivadora.

Al cruzar miradas, sintieron como el mundo dejo de existir.

Nerviosa por esta situación tan bochornosa, Jennie se disculpó mil veces con ella, pero la chica de ojos grandes y expresivos le dijo que no se preocupara. Le indicó por donde era el camino correcto hacia sus clases, Jennie muy tímida, le agradeció, y al despedirse, la chica dijo: "Por cierto, me llamo Lisa. Un gusto conocerte".

En aquel entonces, eran inseparables, se apoyaban mutuamente durante las evaluaciones, Lisa le ayudaba a aprenderse las coreografías y Jennie le enseñaba sobre las técnicas de canto y rap.

Ambas eran jóvenes luchando por demostrar al mundo que eran capaces de alcanzar sus sueños. Sin embargo, sus respectivas agencias comenzaron a ejercer su influencia sobre ellas, sembrando semillas de competencia y envidia en sus mentes, lo que terminó por dañar por completo su relación.

Y al escuchar las palabras venenosas que se lanzaban mutuamente ahora mismo en la oficina de Lisa, sabían que este tema les afectó bastante a ambas, aunque no lo querían admitir.

Por eso, optaron por reprimir sus sentimientos y dejar que sus egos tomaran el control. Restregándole en la cara a la otra en cualquier oportunidad que tuvieran sobre todos sus logros, mostrando quién tenía a los mejores artistas, quién poseía más poder y prestigio en la industria musical.

Ambas temían que abrir sus corazones las hiciera vulnerables nuevamente, permitiendo que fueran lastimadas una vez más.

La sala de reuniones quedó en silencio. Solo se escuchaba de fondo el sonido del tráfico de la ciudad de Seul.

Aunque se esforzaba por negarlo, Lisa sabía en lo más profundo de su corazón que la línea entre el amor y el odio era delgada, y que en cualquier momento podía quebrarse.

—¿Por que contigo siempre las cosas son complicadas Jennie?—hablo Lisa queriendo ponerle un fin a esta discusión.

—¿Yo? Te recuerdo la razón por la que estamos aquí, por tu maldita sed de ganar siempre.

—Ambas hemos cometido errores de los que nos arrepentimos —dijo Lisa. Debido a la calurosa conversación quedaron tan cerca que podían sentir la respiración de la otra sobre sus rostros. —¿No crees que es momento de dejarlo atrás?

Tal vez Lisa tenía razón.

Ya habían crecido y madurado lo suficiente como para entender que las cosas que hicieron en el pasado para llegar hasta donde están ahora, eran mejor dejarlas en el olvido.

Ahora lo importante era enfocarse en lo que estaban sintiendo en este momento, mientras sus respiraciones se mezclaban por el deseo.

Jennie asintió su cabeza como respuesta a sus palabras. —¿Y qué deberíamos hacer con Ahyeon?—Alterno su mirada entre los labios de Lisa y sus ojos.

—Dejémoslo en manos del destino—dijo Lisa mientras deslizaba una mano por el rostro de Jennie.

Jennie agarró la mano de Lisa, impidiendo que continuara tocándola.