Enemigas | Jenlisa

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Los escenarios que últimamente estaban pasando en la vida de Jennie eran insólitos y fuera de lo común. Se sentía como si el universo estuviera trazando un guion para una película, donde las protagonistas eran ella y Lisa.

Y es que aún no asimilaba como llegó a enrollarse sexualmente con su enemiga, pasando de peleas, gritos y miradas desafiantes a estar compartiendo tantos momentos cargados de placer mutuo y saboreando sus zonas más sensibles con sus labios.

Y ahora, una vez más, Lisa la sorprendía con una propuesta inesperada: quería formar una empresa con ella.

¿Las dos empresarias más prominentes de la industria musical unidas?

¿Jennie Kim y Lalisa Manobal como socias?

Jennie se aferró al borde de la mesa, sintiendo que podría desmayarse en cualquier momento. Pero al mirar a Lisa, con un par de carpetas en su mano, su traje un tanto desordenado, dando la sensación de que estaba apurada por llegar a casa y en su rostro una expresión de determinación y optimismo.

Se dio cuenta de que Lisa hablaba muy en serio.

Desde que regresaron de Los Ángeles, ambas habían estado sumergidas en sus respectivos trabajos, apenas teniendo tiempo para convivir. Jennie se encerró en su oficina tratando de resolver el problema con los inversionistas, mientras Lisa, comprendiendo su situación, se mantuvo a distancia, pero ahora Jennie se daba cuenta de que Lisa había estado tratando de ayudarla todo este tiempo.

—Jennie, confía en mí —dijo Lisa, rompiendo el silencio que había caído entre ellas.

Ante el silencio de Jennie, Lisa sintió un temor repentino, como si hubiera arruinado por completo su relación.

—Le haremos saber a todo el mundo que entre nosotras las mujeres somos más fuertes—agregó, con una Lisa chispa de determinación en sus ojos mirando fijamente a Jennie.—Y aquellos inversionistas que rechazaron tu ofertan van a temblar al escuchar el nombre de Jennie y Lisa juntas.

Jennie se puso de pie, rodeando el escritorio para acercarse a su novia con paso lento pero decidido, atenta a sus palabras.

—Si lo deseas, puedes revisar toda la documentación. Está dividida en varias secciones, desde el presupuesto hasta las fechas de lanzamiento del álbum —explicó Lisa rápidamente, tratando de mantener la coherencia mientras Jennie se acercaba con una mirada penetrante—. Te traje toda la información para que la revises. No es necesario que me des una respuesta de inmediato, pero confía en que todo saldrá bien.

—Lisa...

—Mañana podríamos organizar una reunión con mi equipo y el tuyo para que puedan explicarte mejor los detalles y...

—¡Lisa! —Jennie la interrumpió, deteniendo su balbuceo.

Al estar a tan solo unos centímetros de su rostro, Lisa pudo notar que la mirada de Jennie estaba cargada de felicidad, emoción y un poco de...excitación.

—Eres una maldita genio.

Jennie la atrajo hacia ella, uniéndolas en un beso apasionado y muchas ganas acumuladas. Sus labios se movieron en una danza ardiente, sin pausas.  Lisa dejó caer la carpeta con los documentos y rodeó con firmeza la cintura de Jennie, fusionando el calor que sus cuerpos generaban.

—¿No estás enojada? —susurró Lisa entre besos, apartándose apenas para mirar a los ojos de Jennie.

—¿Enojada? En este momento, todo lo que quiero es tenerte. Verte hablar de esa forma me pone jodidamente caliente.—respondió Jennie con la voz entrecortada por el beso compartido momentos antes.