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Respiro profundamente cuando realizó el último movimiento.

Las gotas de sudor resbalaban por su hermosa espalda. Su cuerpo atlético y esculpido, con una forma exquisita, mostraba los signos del agotamiento después de una hora tan exigente.

—Muy buen trabajo Jennie.—Su entrenadora se acercó para ayudarla a bajarse de la maquina de pilates.

—Gracias Yujin.—bebió un poco de agua y se alejo para empezar a guardar todas sus pertenencias.

Su entrenadora la observaba atentamente desde el otro lado de la habitación. Cuando Jennie llegó, notó que estaba un poco distraída; si bien realizaba los ejercicios correctamente pero su rostro mostraba evidentes signos de tensión.

Más que ser su entrenadora, era su amiga. Tenían una relación bastante cercana como para notar que algo le pasaba.

—Hey Jennie...no es mi intención de entrometerme pero he notado que has venido muy de seguido a los entrenamientos. ¿Está todo bien? —habló Yujin.

—Si, estoy bien...el trabajo me tiene bastante estresada pero no es nada de que preocuparse.—la morena le regaló una sonrisa sincera.

Como dueña de OA Entertainment, tenía una carga de responsabilidad sin igual.

Sí, Jennie era la creadora de las solistas más reconocidas del mundo del kpop. En su lista estaban los nombres de Rosé Park, Somi, entre otras destacadas artistas. Además, Jennie era una gran compositora responsable de varios éxitos que la llevaron a donde está ahora.

Su empresa se destacaba por su política de contratar exclusivamente mujeres, un lema que Jennie defendía con firmeza. Su objetivo era empoderar a las mujeres en la industria musical de un país donde el machismo aún persistía.

A pesar de enfrentar críticas iniciales por su enfoque unilateral, a Jennie le importaba poco lo que los demás pensaran. Estaba decidida a demostrar al mundo que las mujeres eran igual de talentosas y merecían el mismo reconocimiento que los artistas masculinos.

Jennie llegó a esta conclusión basada en su propia experiencia. Antes de convertirse en empresaria, ella misma fue una idol bajo el sello de YG Entertainment.

Sus años como aprendiz y solista estuvieron marcados por la falta de libertad creativa. Estaba limitada a seguir un guión preestablecido en todos los aspectos, desde la música hasta su imagen pública.

También, era obligada a salir con ciertos tipos de hombres solo para ganar mas 'fama', algo que aborreció por completo.

A pesar de estos obstáculos, Jennie logró destacar gracias a su esfuerzo personal y al apoyo de sus seguidores. Su voz única para cantar y rapear, sus expresiones faciales y su hipnótico baile la convirtieron en una verdadera superestrella.

Por eso, tomó la decisión de fundar su propia agencia. Ya no quería depender de nadie más que de sí misma. A sus 28 años, estaba orgullosa de haber construido un imperio en la industria musical.

Un lugar seguro para las mujeres.

Y ahora, estaba a punto de cambiar aún más las reglas del juego. Hace meses, Jennie había entablado conversaciones con empresarios de discográficas en Estados Unidos. Estos buscaban expandir su mercado hacia nuevos públicos, es por eso que le propusieron a Jennie crear un grupo de chicas.

Como incentivo, le ofrecieron invertir con una suma de dinero bastante grande para su empresa si lograba que su nuevo grupo fuera exitoso. Era un contrato sumamente tentador, del cual no podía rechazar.

Y debido a esto, la acumulación de trabajo se multiplico. Ella era una mujer que le gustaba los desafíos y demostrarle a las personas que ella era la mejor.

Enemigas | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora