Enemigas | Jenlisa

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La noche descendió sobre la caótica ciudad de Los Ángeles, envolviéndola en una manta de misterio y promesa.

Durante el trayecto hacia la tan esperada fiesta, el ambiente dentro del auto estaba cargado de una tensión palpable que provenía de las cuatro chicas. Cada una perdida en sus pensamientos sobre lo que la noche les depararía, pero todas compartían un sentimiento común: la lujuria se respiraba en el aire.

Jisoo, la cual estaba al volante, no despegaba su mano de la pierna de su novia, quien lucía un deslumbrante vestido de YLS negro, con su espalda al descubierto. Cada vez que Jisoo posaba sus ojos en la rubia, se maravillaba de lo afortunada que era de tenerla a su lado, de poder hacerla suya las veces que quisiera.

Mientras tanto, Rosé comenzaba a respirar de forma entrecortada debido a las caricias de Jisoo, ocasionando que despegara su mirada por algunos segundos del retrovisor, donde podía ver la silueta de Lisa y Jennie, las cuales no habían intercambiado ninguna palabra durante el trayecto. Era evidente que se esforzaban por actuar como dos típicas empresarias que se odiaban, aunque la tensión entre ellas era por otro motivo.

Jennie, había dejado a Lisa sin aliento con su atuendo. Vestía una clásica camisa Chanel donde se apreciaba sus curvas, combinada con una falda negra abierta a un lado, revelando su pierna derecha tonificada, y, por supuesto, no podía faltar el toque final: unos tacones elegantes que realzaban su figura, provocando que la parte más sensible de Lisa se contrajera de la excitación cuando Jennie se movía en el asiento del carro, ocasionando que la falda expusiera por "error" su ropa interior de encaje.

Por otro lado, Lisa había optado por un traje muy elegante con unos toques plateados, mientras que debajo lucía una camisa negra semi transparente que dejaba apreciar la forma de sus senos, destacando su tatuaje y su abdomen. Provocando que la mirada de Jennie viajara por todos esos detalles atractivos, imaginando el roce de su lengua sobre la piel de Lisa.

Sin duda alguna para ambas esta noche sería una tortura.

Finalmente, llegaron a "Ángeles Caídos", una de las discotecas mas exclusivas de la ciudad y la cual había sido reservada sólo para Rosé.

Al entrar, Rosé fue recibida con una ovación ensordecedora, acompañada de gritos y aplausos que resonaban en todo el espacio. Los flashes de las cámaras de los invitados inundaron el ambiente, capturando cada momento de su llegada. No pudo contenerse de la emoción al ver tantas personas esperando por ella, no paso ni un segundo para que las pequeñas lagrimas salieran de sus ojos. Y es que, todos sus cumpleaños habían sido perfectos, pero en esta ocasión estaba acompañada por Jisoo, el amor de su vida.

A pesar de ser una fiesta privada, habían muchas celebridades y modelos de diferentes países. No era un misterio que por la trayectoria tan asombrosa que ha tenido Rosé en el mundo de la música, haya creado muchas amistades en el camino, las cuales estaban presente hoy mismo.

La discoteca estaba decorada con globos dorados y plateados que adornaban el techo y las paredes, creando un ambiente único y lujoso. En el centro de la pista de baile, se podía apreciar el majestuoso nombre de Rosé en letras gigantes junto a un imponente número 27, todo brillando con luces centelleantes que realzaban su esplendor, y a su alrededor varias mesas donde estaban ubicados los invitados.

Luego de saludar a todos con una gran sonrisa en su rostro, fue llevada al centro de la pista, donde Jisoo tomó la mano de Rosé con ternura, atrayendo la atención de todos los presentes.

Miró fijamente a los ojos de Rosé, tratando de dejar los nervios atrás por lo que estaba apunto de hacer, tomó el micrófono entre sus manos y comenzó a hablar con voz clara y emotiva todo lo que este tiempo estaba guardando en su corazón.