Se quedan en la casa del otro cuando están en el territorio del contrario.
México tiene una casa en su capital y una pequeña hacienda (comprada por él mismo en tiempos del porfiriato) en Querétaro cerca de la playa.
Rusia por otro lado tiene una cabaña en las afueras de San Petesburgo en un bosque, y, su respectiva casa en Moscú.