O58.

148 18 24
                                    
















¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.














Tomaron la costumbre de ir en metro para pasar desapercibidos, eso gracias a una vez que se les hizo tarde para ir a una junta y tomaron el metro en México.

A Rusia le pareció interesante la experiencia, no tomaba el transporte público en su país, pero la experiencia en el territorio del latino le gustó.

La gente de México parecía ser más alegre incluso en el trabajo.













«——¿Seguro qué sabes llegar? —Preguntó el ruso algo nervioso, no era muy común que usará ese medio de transporte, las pocas veces que lo utilizo fue como un acto de rebeldía a sus guardaespaldas de que "nadie lo controlaba".

«—¡Ay, por supuesto! —Sacudió una mano con desinterés, mientras, se colgaba del brazo de su acompañante —. ¿Cómo crees que me muevo?

«—¿Con tus guaruras? —Cuestionó sin entender la pregunta anterior.

Ante eso el mexicano soltó una risa muy marcada. —A esos weyes solo los ocupó en reuniones, no me gusta depender de otros.

Rusia paso saliva, era tan distintos. Distrajo su mente por el sonido del metro llegando a la estación, se puso nervioso al sentir como la gente se le pegaba.

Estuvo a punto de hacerse a un lado y decirle a su acompañante que esperarán el próximo, de Nor ser porque este lo detuvo con un fuerte agarre en su brazo.

Grito internamente cuando los civiles lo empujaron en cuanto las puertas del vagón; México lo jaló dentro y él lloriqueaba en silencio por el codazo que un hombre le propino en el abdomen para ganarse un asiento.

Él y su pareja terminaron pegados en una esquina del vagón, el latino estaba recargado en la pared, mientras, el eslavo tenía sus brazos a sus costados recargado en la misma superficie.

El mayor sonrió natural —Te dije que es divertido.

Rusia hizo un mohín en afirmación no atreviendose a contradecirlo.

El movimiento del tren los hacía tambalear un poco. —Sostenté de aquí. —Guió la mano del albino hasta un tubo de metal que servía de soporte. Las mejillas del euroastiático se pintaron de carmín al tener una de sus manos cerca de la cintura de su novio en público.

Divisó como las personas a su alrededor no les prestaban atención, y las pocas que lo hacían no los juzgan por tener ese tipo de contacto.

Era lindo estar al aire y que no tener las luces cegadoras de los paparazzi frente a él, con los miles de reporteros cuestionandolo sobre asuntos de política y su vida privada. Estar lejos de las reglas de su gobierno y sus restricciones se sentía como si la correa invisible en su cuello pudiera ser soltada.

Inclino su rostro hasta hacer rozar sus narices y juntar sus frentes.

México rió sin entender bien la situación. —¿Qué? —Preguntó tímido.

«—Nada... Simplemente me gusta esto.

El ojiazul asintió sin indagar nada, deposito un pico en la comisura de los labios melocotón del euroastiático.


















El ojiazul asintió sin indagar nada, deposito un pico en la comisura de los labios melocotón del euroastiático

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



























✨Eso de tener finales y tener que lidiar con una profesora que no explica nada y tener que aprender física en una semana no es funny funny. 😭✨










Headcon's Rusmex ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora