Hubo una temporada en la que Rusia se dejo crecer la barba, según él por la "espinita" de la curiosidad.
Paso de una barba casual a una algo descomunal. Eso porque por la falta de tiempo la dejo crecer hasta no importarle su aspecto.
A México le pareció atractivo al principio, luego pensó que se le estaba saliendo de control ese cambio de look.
«——Me veo como mi papá. —Susurró el ruso al verse en el espejo del baño, su barba de un mes era muy abundante como para ser de tan poco tiempo.
Siempre había tenido problemas con eso.
«—Yo creo que te ves bien. —Contradijo el latino poniéndose de pintutas para poder acariciar su mejilla.
Estaban frente al espejo del tocador de su recamara, el eslavo se cambiaba después de salir de la ducha, aún tenía papeleo por elaborar.
«—Es raro. —Se rasco sus peludas mejillas, no era tan abundante, sin embargo, le daba algo de incomodante picazón.
«—Pareces filósofo de la Edad Media. —Rió enternecido.
El albino rió. —Soy más guapo que Aquiles.
El mexicano rió.
«—Y más galante que Shakespeare.
«—Supongo que lo eres. Muy guapo como para ser tan alto.
Rusia iba a dar otro énfasis en porque se veía mal, aunque el sonido de su celular lo detuvo; lo agarró sin muchos ánimos y suspiro cansado.
«—Tengo que apurarme. Esos idiotas ya van a empezar a joder. —Besó la mejilla del mayor, para luego, contestar la llamada.
México se sintió un poco mal, su pareja parecía estar más que saturado en deberes, y su aspecto descuidado era la consecuencia de aquello.
[...]
«—En serio tienes que parar. —Dijo preocupado por ver al eslavo sumido en una montaña de papeleo.
Habían pasado dos semanas desde que lo vió tan relajado, seguramente las tazas de cafeína en su sistema eran su único motor.
«—Ya, ya, ya, no exageres, cariño —Rascó su pómulo derecho —. Solo tengo que redactar este correo y me libro por toda una semana.
«—¿Estás adelantando trabajo? —Cuestionó adentrandose a la oficina.
«—Нет, simplemente, planeo futuros tratados y arreglos —Talló con más fuerza su mejilla —. ¿Sabes qué tengo? Siento que me quiero arrancar la piel de la incomodidad.
«—Tú barba, Ruru —Explicó extrañado —. ¿Tan distraído estas qué no te diste cuenta que pareces vagabundo?
«—¿Vagabundo? —Repitió asustado por su aspecto, inspeccionó su cara con sus manos, justo en la parte del mentón sintió el abundante vello. Jadeó con terror por sentir la larga barba.
Sacó su teléfono e inicio la cámara, soltó una pequeño gritillo al ver su reflejo. —¡Me veo peor que el de la película de "Naufrágo"! —Balbuceo con terror, casi podía sentir asco por si mismo.
«—Ay, no exageres. Todavía te faltan centímetros para ser igual —Trató en vano de tranquilizar. Achicó sus ojos para tratar de visualizar algo que se asomaba entre la barba —. ¿Eso es un dulce? —Enarcó una ceja.
El ruso se volvió a ver —. ¡TENGO UNA PALETA EN MI BARBA!
«—Esto dejo de ser sexi desde hace dos semanas. —Susurró para si mismo, sin contar que el contrario reconocería sus balbuceos.
«—Что?
«—Di-dije que pareces Santa Claus. —Repusó nervioso por si lo escucho.
«—No quiero parecerme a ese invento capitalista para la comercialización de sus ridículas festividades religiosas. —México lo abrazo en consuelo cuando notó sus ojos deprimidos.
«—No claro que no, mi rusky... Tengo una rasuradora en el tercer cajón en el baño. —El menor asintió aún con la cara enterrada en su pecho.
✨¡¿Hay alguien con vida aquiiiiiiiiiiií?!