Capítulo 7

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¡Hola! ¿Cómo están? Como me pidieron que subiera el capitulo antes, aquí lo tienen. Se que estos últimos capítulos han sido tranquilos pero eso es porque el drama viene mas adelante, así que no desesperen. Digo esto porque a mi si me gusta el drama y pues una historia sin problemas no tendría chiste, por eso estos últimos capítulos han sido mas calmados pero es porque el drama y los problemas se aproximan. En fin, espero que les guste.

Sé que no voy a llegar, estoy lejos de llegar a tiempo, pero eso no me impide seguir corriendo con todas mis fuerzas, siento como el olor a sangre y rosas me persigue y los murmullos que pronuncian mi nombre se acercan a gran velocidad. Prim espera que la salve, pero nuevamente le fallare y no podre llegar a tiempo, ellos me lo impiden. Su desgarrador grito pronunciando mi nombre hace que me rompa en mil pedazos y que caiga al suelo, ahora ya nada importa, se ha ido de nuevo...

Siento presión en mis hombros y me percato de que siguen llamando mi nombre, pero no es la voz de Prim, sino la de Peeta. Abro los ojos pero sigo siendo incapaz de tranquilizarme, pues la pesadilla no está lejos de la realidad, Prim está muerta, lanzo patadas y continúo gritando, Peeta tiene que agarrarme de las muñecas con fuerza e inmovilizarme de las piernas, me obliga a mirarle a los ojos y cuando ya me he calmado, me abraza.

 —Katniss estas bien, estas a salvo— dice mientras me aprieta más contra su cuerpo

Pero ella no está bien, no está a salvo, no logré mantenerla a salvo. Me repito esa oración una y otra vez, hasta hacerla eco en mi cabeza. Mi respiración sigue siendo entrecortada, aun no dejo de temblar, aunque ahora lo hago con menos fuerza.

 — ¿Te sientes mejor?— me pregunta

No contesto, sería una mentira decirle que estoy mejor, me percato de que el también sufre de pesadillas, nose si peor que las mías, pero él también ha pasado por cosas horribles y a pesar de eso, se esfuerza por mantenerse amable y de buen humor, viendo las cosas positivas que nos dejó la guerra. Lo miro a los ojos y rápidamente sus zafiros azules me miran, asiento en silencio, algo tarde pues ya pasaron minutos desde que me hizo la pregunta. Aun así me dedica una sonrisa

—Bien.

—¿Cómo puedes dormir conmigo si por las noches no dejo de moverme?—le pregunto

Frunce el ceño

—No es verdad, casi no te mueves en las noches

Levanto las cejas

—Mi madre decía que si, la verdad yo no me doy cuenta

—Bueno, conmigo casi no lo haces

Asiento. Solo con contigo, pienso. Porque el es el único que logra darme esa seguridad que solo mi padre podía darme.

***

Como todavía no puedo cazar, me dedico a recolectar, pues ya no aguantaba estar sin ir al bosque, además de que ya no aguantaría a Haymitch quedarse conmigo otro día entero, ya que seguramente si me quedaba en casa, Peeta insistiría en que me hiciera compañía, pues aun no me cree totalmente estable. Guardo el puño de fresas en la bolsa y me adentro más en el bosque, buscando ahora plantas medicinales. Peeta como siempre, se va a su casa para hornear y pintar, mientras Haymitch lucha consigo mismo para tratar de beber menos, sin aparente éxito. Cuando tengo la bolsa llena, de variedad de plantas, frutas y demás, me dirijo al boticario para dejar las plantas y enseñarles su uso. Pues Paylor continua con su labor de establecer bien los Distritos y por ahora, al 12 no le han instalado un hospital decente, por lo que ellos mismos tuvieron que poner uno, carente de medicinas y altas tecnologías pero útil para nosotros, pues aun no nos hemos recuperado del número de heridos y enfermos que dejo la guerra, y supongo que todo Panem tampoco. Las personas siguen tratándome con suma distancia y cuidado, creo que piensan que me les voy a abalanzar en cualquier momento o que les voy a lanzar una flecha, teniendo muy presente mi asesinato a Coin. Por eso solo voy cuando es necesario, no tengo porque aguantar sus miradas y sus cotilleos, que en verdad me molestan.

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