Capítulo 18

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Primero que nada, una enorme disculpa por haberme ausentado todo este tiempo. Segundo, aquí les traigo una muestra de que en verdad es mi intención terminar esta historia. Y finalmente, agregué una parte en el capítulo anterior por si no lo han leído. Espero que lo disfruten. 

La sala de estar está casi lista, Johanna, Annie y yo nos la pasamos casi toda la mañana arreglándola, colocando adornos en las paredes, inflando globos, acomodando los arreglos de flores, entre otras cosas, que puedo decir que casi hemos terminado. El color predominante, por honor a su Distrito y a su padre; es el azul y celeste. Peeta se la pasó haciendo magdalenas de diferentes sabores, galletas decorativas y no sé qué más.

—Bien, creo que ya terminamos aquí—comentó Annie, orgullosa del resultado. Y tenía razón en estarlo pues la apariencia final de aquella habitación nos dejó satisfechos a todos.

Después de unos minutos de descanso, Johanna se fue a conversar con Peeta y de paso a comerse algunos de los postres que había preparado. Annie subió a ver a Finn y me pareció oportuna la idea de ir con ella, así que cuando me di cuenta, ya estaba subiendo las escaleras. La puerta hizo un leve chirrido al abrirse, captando la atención de Annie quién estaba hincada en la cuna del bebé. Sonrió al verme y me hizo una seña para que entrara.

—Oh Katniss, ven siéntate. —lo hice— Estaba alistando a Finn para bañarlo y está muy risueño porque ya sabe.—me cuenta soltando una risa— Le encantan los baños, no hay nada que lo ponga más feliz. Por eso no puedo esperar el momento para meterlo al mar, pero bueno, todavía está muy pequeño. Pero aunque ¿sabes? Ahala dice que dentro de unos pocos meses es bueno llevarlos a lugares así porque es más fácil que desarrollen su habilidad para nadar. Lo siento ¿estoy hablando mucho? A veces me pasa. Es que cuando se trata de Finn es...

—No te preocupes Annie, es totalmente comprensible.

Asiente

—Sí, hablar de un hijo es una sensación muy bonita. Pero bueno, cuéntame ¿Cómo se la están pasando ustedes allá?

Suspiro.

—Al principio fue duro, pero ya nos acostumbramos y entre todos nos ayudamos como podemos para estar mejor.

—Haymitch los quiere mucho, diría que son como unos hijos para él.

—Sí supongo, pero eso no impide que discutamos la mayoría del tiempo.

Sonríe un poco.

—Eso es porque tienen personalidades muy parecidas, pero créeme Katniss, yo, a pesar de que no me encontraba muy bien, me di cuenta.—como ve que me quedé callada, pues no supe qué decir, agrega— Sé que ayer le dije a Johanna que no los presionara y eso, pero me da curiosidad saber cómo se encuentran tú y Peeta. Creo que porque después de todo lo que les vi pasar, me encantaría saber que ya arreglaron las cosas. Pero no hay ningún problema si no quieres hablar al respecto.

Tras un breve silencio, contesté:

—Nosotros...estamos bien. —sabía que esa no era la respuesta que ella esperaba, pero por ahora era todo lo que podía darle si no quería entrar en detalles.

Su expresión me lo confirmó.

—Bueno, me alegra mucho. Pero si me permites darte un consejo Katniss y espero que no me lo tomes a mal. Arriésgate, después de todo ¿Qué podemos perder? Si la guerra y el presidente Snow ya no los quitó casi todo y a pesar de eso seguimos aquí. Debemos de seguir adelante con lo que no se perdió, con lo que nos quedó, en mi caso Finn, en el tuyo Peeta. Katniss—me dice con los ojos cristalinos— Tal vez el amor que Finnick y yo nos tuvimos no duró demasiado físicamente, pero fue tan grande y profundo que dejó sus frutos y que a pesar de que Finnick ya no esté conmigo, aún lo sigo sintiendo por medio de nuestro bebé. Es maravilloso ¿No lo crees?—me pregunta mientras se limpia una lágrima de la mejilla— Créeme Katniss, el amor lo cura todo, incluso las heridas más dolorosas, el amor que Finnick me tenía me ayudaba a recuperarme de una manera que ningún medicamento pudo. Y es este tipo de amor el que percibo entre ustedes dos, no puede esconderse, es perceptible a los ojos de cualquiera. Katniss por favor toma mi consejo, si tienes la oportunidad de vivir un amor como ese, te lo pido, no lo desperdicies, vívelo a toda su plenitud y verás la magnitud de felicidad que esto te puede traer.

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