Parte 8

39 5 3
                                    

Habían pasado unos meses en completa tranquilidad. Ya Jisung y Changbin habían llegado a un nivel donde las clases se habían reducido bastante, además de que Jisung había dejado la arquería para dedicarse de lleno al control de la academia Real, con el fin de pasar más tiempo con Minho y empezar a llevar clases ahí. Sus padres le decían constantemente que al ser de la segunda familia real debía aprender todas las habilidades posibles para destacar.

Minho seguía igual que siempre, Seungmin había cambiado un poco recientemente, o al menos desde que descubrí que era de familia aristócrata. No entendía por qué alguien de tanto dinero iba a trabajar en arquería, pero me contó que fue porque sus padres nunca le dieron mucha importancia a lo que hacía, por lo que cuando era más joven había aprendido el arte del arco y la flecha por su cuenta. Creo que se sentía incómodo sobre que descubrieran de dónde venía, no entendía el porqué. Hasta que un día Seungmin se ausentó del trabajo.

Ese día había sido como cualquier otro. Jisung ya no venía y solo estábamos Changbin y yo. En el bosque habíamos cazado un venado y como cuatro palomas. No siempre cazábamos tanto, pero quería llevarle un poco de carne a Seungmin en caso de que estuviera enfermo. Después de hacerle guardia a Changbin mientras iba al bosque (me daba miedo decirle que no), fui rumbo a la casa de los padres de Seungmin, que a lo que entendía aún vivía con ellos.

Toqué la puerta y me recibió una señorita.
"Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?", me dijo muy amablemente. Tenía un vestido celeste largo y el cabello castaño oscuro.

"Vengo a buscar a Seungmin, hoy no se presentó y me extrañó. Soy su compañero".

"Debes ser Hyunjin, espera aquí un momento. Pasa y siéntate donde quieras". Me dejó entrar y subió por las escaleras de la sala hasta el pasillo del segundo piso para meterse a una habitación. Me sentía un poco sucio, por lo que esperé de pie. Nunca había visto una casa tan lujosa antes. Tenían candelabros de cristal y plata, y columnas de madera con tallados.

Vi a la señorita bajar y me indicó que subiera las escaleras y entrara a la primera puerta que viera a mano derecha. "Tenga, esto se los traje a ustedes". Me agradeció cuando le entregué la bolsa, después hice lo que me dijo y al abrir la puerta vi a Seung.

"¿Qué te pasó?"

"No preguntes, Hyun."

Tenía un ojo morado y una pequeña cortadura en la ceja. También tenía maltratado el pómulo y el labio. Se veía realmente mal.

"Creí que estabas enfermo..." Me hizo señas para que me sentara en la silla al lado de la cama. "¿Te rompiste un hueso?"

"No." Suspiró y me volvió a ver. "Sabes que mi familia es de mucho dinero, pero no lo consiguió del lugar correcto. Por eso no estoy orgulloso de esta familia." Se puso las palmas en la cara. "Ayer, fui a buscar a mi padre a donde solía trabajar antes. Al mercado negro; pocas personas saben que existe, ya que por el Rey ha estado muy bien ocultado. Cuando llegué descubrí que los negocios de mi padre habían fallado un poco y los clientes se desquitaron conmigo y por eso estoy así. Espero poder ir la otra semana para que el Rey no sospeche mucho, así que te pido que divulgues que estoy enfermo."

"..." Era una información difícil de procesar; me costaba creer que la familia de mi amigo fuera así de problemática. "Está bien, amigo". Le di a la señorita de abajo un poco de comida que traje de la cacería de hoy.

"Gracias".

"Mañana quería presentarte a mis padres, ya que van a venir a visitarme antes de ir de viaje a una región, en honor a la carreta y caballo que les regalé, pero con tu cara así lo veo complicado".

"Últimamente les das muchas cosas a tus padres, ¿verdad?".

"Sí... no sé qué haría si perdiera este trabajo; no quisiera que mi vida cambiara nunca".

"Que así sea, Hyun. Te mereces todo lo que has logrado".

"También lo siento así". Y así fue por un tiempo más.

Un par de meses después, me desperté como cualquier otro día, fui al trabajo, saludé a Seung (nada extraño) hasta que fuimos a la entrada y nos revisaron de pies a cabeza. Cuando fue la hora de la cacería real, me extrañó no ver al Rey, ya que siempre nos acompañaba y nos indicaba qué cazar; esta vez fue Changbin el encargado de esto. A la hora del almuerzo tampoco estaban el Rey ni la Reina, por lo que era extraño porque no estaban de viaje en el reino vecino donde su hija vivía, ya que estaba casada con el príncipe de allá, por razones meramente políticas, y solían ir ahí a veces o la princesa venía. Lo mismo pasaba con el hermano de Jisung, al estar en el ejército venía de vez en cuando. Regresé a mi casa e invité a Min-ho —también a Han— a salir a comer, ya que ambos habíamos tenido una semana un poco complicada.

Días después, descubrimos que el Rey había sido envenenado por un sirviente del castillo. Cualquiera se consideraba sospechoso. Por suerte, el Rey se pudo salvar y tuvimos una vez más paz en el reino.

 Por suerte, el Rey se pudo salvar y tuvimos una vez más paz en el reino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gracias por leer, lo que se viene en el otro capítulo.

Swan Lake {Hyunlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora