"¿Donde estuviste?" Le pregunté a mi amigo después de que llegara, al día siguiente de perder la noción.
"Con gastritis y dolor de cabeza."
"No como, sino, donde." Ayer como a las nueve de la mañana había salido, y regreso hoy como a las dos de la tarde. "¿Qué paso?"
"Hannie le dijo a su madre sobre nosotros."
"¿Su madre? ¡¿La princesa?!" Minho se limito a asentir. "Hyung, que fuerte. ¿Cómo reaccionó? ¿Bien? ¿Mal?" No sé en que estaba pensando Han en ese momento, se había pasado de mimado simplemente. Las circunstancias estaban mal, Minho no tenía un título ante la aristocracia y Jisung era nada más y nada menos que un príncipe, y para rematar ambos eran hombres, y no sé como se vería esos ante los ojos de su madre. Había puesto su amor en la hoguera de la sociedad.
"Cuando Jisung termino de hablar, me pidió que saliera de la sala y se quedo unos minutos conversando con su hijo. Sungie había puesto en juego su título y amenazó con dejar el castillo; puso en una posición tediosa a su madre." Me limite a suspirar. Algo tan importante había pasado en tan poco tiempo.
"Solo dime ¿termino bien? Para ustedes."
"No lo sé."
"Agh, como no lo vas a saber."
"Ya te darás cuenta del desenlace, mañana que inicias a trabajar en el castillo otra vez."
"Eres increíble. Voy al bosque, no me esperes."
"Bueno." Me fui hasta la puerta y la cerré al salir de la casa. Tal vez debía quedarme junto a mi amigo, pero conociéndolo mis presencia no le hubiera causa mucha diferencia, más bien indiferencia. Caminé la ruta que siempre seguía, como siempre cuidando que nadie me viera. Era temprano en el día, como la una de la tarde.
Al llegar, fui hasta su aldea y vi a todos en su forma humana. Ya que siempre había venido a mi casa me había perdido de esto, lo alegre que era a esta hora del día. Me pareció ver a su hermana por lo que me acerqué.
"Olivia ¿Ese era su nombre?"
"Correcto, eres Hyunjin ¿No?" Asentí. "Voy a llamar a Felix, que esta recolectando bayas no muy lejos de aquí." La señorita salió corriendo hacia el bosque y minutos después regreso con Felix a su lado.
"Hola." Sonrió al verme.
"Hola Felix". Sujetaba una pequeña canasta llenas de bayas de todos los colores en su interior.
"Voy a traer algo a mi casa, no tardo." Se fue dejandonos a mi y a Olivia solos.
"Te ha crecido el cabello desde la última vez que te vi."
"Ah, sí." Desde enero no me lo cortaba por lo que ya habían pasado ¿cinco meses? que rápido pasaba el tiempo. "Te pareces a Felix."
"¿Enserio? No me suelen decir eso."
"Los dos tienen pecas."
"Es verdad, jeje." Me sonrió al ver que su hermano regresaba.
"Olivia, agarré un poquito para llevarme, las otras las deje en la mesa para que le digas a mamá."
Nos adentramos un poco en el busque y nos sentamos a la sombra de un árbol. Felix me extendió el recipiente donde trajo un puñado de bayas. "Toma una"
"Gracias." Agarré una de color rojizo y me la metí a la boca. Su sabor era ligeramente acido. "Esta rica."
"Verdad que sí lo son. Ahora las plantas dieron frutos y empezamos a recolectarlas." Vi como se comió dos moras y sus labios se tintaron de un fuerte color morado. Me pregunte si a mi me había pasado lo mismo.
"Tus labios..." En ese instante me recordé de aquel momento, que ocurrió en el alba del día. Donde estuvimos tan cerca que estuve a punto de besarlo. "Están morados."
"¿De verdad? " Relamio sus labios y eso causo que sintiera algo en el estomago y no pude apartar mi mirada. "¿Listo?"
Aclaré mi garganta y recupere mi compostura. "Sí, ¿Yo me ensucie?"
Vi su sonrisa al verme. "Sí, pero ya que comiste una frambuesa, es como... digo... no te queda mal el color. No necesitas limpiarte si no quieres." Después de hablarme desvió su mirada hacia el lago que estaba frente a nosotros. "Aquí nos conocimos, cuando el clima empezaba a enfriarse y todo se preparaba para cubrirse de una fría manta color blanco. Viniste días antes de que yo emigrara al sur y me diste una razón más para regresar a mi hogar." Nunca aparte mi vista de su perfil, en cada momento que habló perdido en sus ideas. "Era un día como hoy, donde en la noche mi amiga la Luna va a estar en su máximo esplendor y belleza, donde yo puedo ser yo mismo sin ninguna barrera que me lo evite. Mi amor por el baile, que aunque no lo exprese muy seguido siempre está en mi corazón." Por eso no se negó a acompañarme aquel día en el teatro. "Sabes, cuando supe que tu amigo Min-ho era el protagonista del ballet; algo en mi se lleno de esperanza, de que talvez con su ayuda podía ser bailarín, pero al llegar al amanecer la dura realidad me golpeo y supe que nunca iba a cumplir mi sueño. Tampoco, podría expresar mis sentimientos tan bien como lo hace Min-ho por medio del baile."
"Felix... no digas eso. Un día lograras cumplirlo, lo sé."
"¡¿Como Hyunjin?! Si los humanos no pueden amar incondicionalmente y no podrán librarnos de está maldición jamás" Dijo viéndome a los ojos con una mirada llena de pánico y resplandeciente por sus lágrimas que pronto empezarían a caer por sus mejillas.
"Yo..." Quería decirlo, pero...
"¡¿Tú que?!"
"Yo..." te amo Felix.
"No puedes hacer nada para ayudarnos. Solo alguien que ame a alguien en mi familia y le jure su amor al mundo podrá salvarnos."
"Lo lamento." Dejó salir un suspiro.
"No, yo debería pedirte perdón. Por reclamarte cosas sin sentido alguno y haberte hablado grosero. Eres mi amigo y siempre me has apoyado, no has hecho nada que necesites disculparte."
Me tragué lo que iba a decir y lo agarré de las manos. Me volvió a ver desconcertado. Apoyé mi frente en el dorso de sus manos, necesitaba no verlo para decirle lo que quería decir. "Eres hermoso, por dentro y por fuera. No he conocido a una persona más maravillosa que tú. Brillas en cada acción y movimiento que das. Atraes la atención sin intentarlo y destacas entre el resto, claras cualidades de un artista, lo que te serán de ayuda. Sé que un día encontraras a alguien que te ame incondicionalmente... "aunque ese no sea yo "y podrás librarte de esta maldición que tanto te molesta. Porque las personas hermosas necesitan ser amadas y respetadas. Tal vez... "Me dolió pensar eso e imaginarlos en una vida feliz juntos. "Changbin sea una buena opción. "
"¿Changbin? ¿Crees que él me ama?"
"¿No has visto como te ve?"
"Sí , pero ¿Eso no es normal? Me refiero, cuando divago; tu mes ves de la misma forma. ¿Es normal no?"
"Ah. "No, no es normal. Los seres humanos ven de está manera a las persona que aman con toda su alma y corazón, bueno al menos yo lo hago. Y me basta con solo mirarlo y apoyarlo en todo lo que necesite, aunque mi vida depende de ellos porque me dio una luz, la cual seguir para no perderme más en mi penumbra. Esa pequeña luz valía mucho para mi. "Sí... es normal en lo que cabe." Quería decirle mis sentimientos, pero no quería herirlo a causa de eso. Si yo me le confesaba y terminaba siendo reciproco, lo ataría para toda su vida.
"Ves, hasta que él no me diga nada, no voy inventar nada. Porque si no me lo ha dicho es porque no me ama lo suficiente para jurarle mi amor al mundo."
"Entiendo..." No entendía nada. Que complicado era el amor.
ESTÁS LEYENDO
Swan Lake {Hyunlix}
FanfictionHyunjin era un cazador que debía ir tras un cisne, visitó el bosque encantado y cayó rendido ante la belleza de esa extraña criatura mística. Era tan bello como un cisne, delicado y bonito, era un ángel. Dijo al verlo. 🦢La pareja principal va a se...