Swan Lake {Hyunlix}

Parte 9

Todo pasó tan rápido que no lo podía procesar. Por alguna razón, no nos dejaban entrar.

Tocaba el portón sin cesar en busca de alguna respuesta. No entendía nada. Esperé segundos, minutos y horas esperando un porqué de esta situación.

"¿Sabes algo?" Le pregunté a Seungmin que tenía a mi lado.

"Ni idea, pero puedes ver que no somos los únicos aquí". Mucha de la servidumbre también se encontraba esperando afuera del castillo.

Cuando habían pasado aproximadamente dos horas desde mi llegada, vi el portón abrirse y Changbin junto con Jackson salieron.

"Su alteza, ¿qué está pasando?"

"Espera, Hyunjin, deja que Su Majestad dé el aviso". ¿Su Majestad? Eso fue lo que dijo Jackson.

Todos seguimos a ese par hasta la plaza en el centro, donde había un pedestal para anuncios importantes.

"Queridos súbditos, les informamos desde la casa real que el Rey, mi padre, ha fallecido, por lo que a partir de ahora se tomarán varias medidas:

1. Yo ocuparé por sangre el puesto del Rey.
2. La servidumbre real será renovada desde cero, y si quieren mantener su empleo tendrán que presentarse a una exhaustiva investigación, pero no se les asegura el trabajo. Solo las personas que han trabajado más de 15 años para la corona se mantendrán.
3. La familia Real tendrá acceso intermitente al bosque mágico por razones diplomáticas.

Y unos anuncios:

1. Su princesa, mi hermana mayor, va a tener un hijo, el cual es el heredero directo del reino vecino.
2. Y lo más importante, mi padre, su causa de muerte fue por envenenamiento".

Se escuchaban murmullos entre las personas, lo cual causó que Jackson aclamara silencio.

"El funeral de mi padre será mañana a las 10 de la mañana y será sepultado en el cementerio real. Eso fue todo".

No podía creerlo, así no más se moría el rey y yo me quedaba sin trabajo. Al ver que Changbin pasaba cerca de mí, intenté llamar su atención. "Su alteza, por favor". No volvió a verme. "Changbin, se lo pido...". Me vio negando con su cabeza para después meterse al castillo y que las puertas se cerraran. "Carajo", dije por lo bajo. Seungmin, al estar a mi lado, me escuchó. "¿Qué se supone que haga ahora?". Me restregaba el cabello, ocasionando que se erizara. "Mierda. ¿Tienes algo que ver en esto, Seungmin?".

"Hyun, ¿quién me crees? Mi padre podría, pero yo nunca. Te lo prometo".

"Carajo". Mi mente solo podía pensar en maldecir. Estaba sumamente enojado, frustrado; me sentía tan impotente ante la situación que me causaba enojo. Me despedí de Seung y me dispuse a caminar hasta la casa que compartía con Min-ho. Me estaba sofocando, lo menos que quería es que más problemas llegaran a mí. Cuando llegué, vi a Min-ho apoyado sobre la mesa de la cocina.

"¿Qué haces aquí? Aún es muy temprano".

"Min-ho, el Rey murió y, por consecuencia, perdí mi trabajo y no sé qué voy a hacer. Mis padres estaban muy felices y yo tenía, al fin, una buena vida donde me sentía yo mismo. ¿Por qué me pasa esto? ¿Acaso hice algo malo? Yo me esforcé tanto y no valió nada, y solo me echaron". Sentía como mi garganta empezaba a secarse y me costaba cada vez más tragar. "Yo no hice nada malo".

"Jinnie, puedes llorar, eso te sacará el nudo en el pecho que tienes". Al decirme esas palabras caí de rodillas y me abracé a mí mismo mientras ponía mi cara en mi antebrazo. Min-ho solo me daba palmadas en la espalda. "Encontrarás otro trabajo, eres más que capaz. Solo hay que buscarlo, y no todo está acabado, me has contado que tienes ahorros. Esto no creo que sea necesario que se lo cuentes a tus padres, verás que conseguirás un trabajo rápido". Mi amigo tenía razón, sí conseguiría un trabajo, pero no cualquiera y en donde quisiera.