Parte 29

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Cuando llegué a mi casa, ni volteé a mirar a Min-ho. Fui hasta la alacena y saqué la botella de vino que había comprado para adobar una carne, flamearla o hacer una salsa, ya no me interesaba porque presentía que el contenido de la botella no duraría lo suficiente para usarla.

"Hola Min-ho, vi que sacaste mis pinturas y están casi secas", dijo Min-ho con tono sarcástico, mientras yo estaba de espaldas sacando la botella. "¿Por qué llegaste tan rápido y me ignoraste drásticamente? Tal vez podrías decirme algo. ¡Wo, wo, wo, Hyun! ¿No crees que es... ¡qué te pasa, hombre! El vino no se toma de esa forma tan violenta". Corrió hacia mí para alejarme la copa de vino que tenía posicionada en mis labios. Había servido una copa de gran tamaño hasta el tope con el líquido de color rojo oscuro. "¿Cómo desperdicias el vino de esa forma?"

"¿Qué te importa? Yo lo compré y ni siquiera es caro. Era para una maldita carne, ni siquiera lo iba a tomar yo." Le arrebaté la copa y me la terminé de tomar. Tragaba agotado por la cantidad de líquido que había terminado de ingerir. Me sentía abrumado y ansioso por lo que anteriormente había presenciado. Solo sabía una cosa en ese momento, quería olvidarlo todo de la manera más rápida posible. Se me estrujaba el corazón cada vez que lo recordaba, ese momento tan vivido ante mis ojos. Minho me veía con cara de incertidumbre, molestia y curiosidad. ¿Cómo sabía eso? Pues lo conocía demasiado bien para saber en qué pensaba con solo ver su cara. Se quedó callado y volvió a sujetar la copa de vino que tenía entre mis manos. Apartando su mirada de mí, agarró la botella oscura y vertió su contenido en la copa hasta dejarla por la mitad.

"Si te quieres emborrachar, hazlo despacio y, aunque sea, disfruta del vino, que las uvas duraron mucho tiempo para fermentar como para que tú llegues y te lo acabes de golpe". Me entregó la copa medio vacía y yo no me pude contener más.

"Perdón, Hyung, perdón." Sorbí un poco por la nariz al sentir mis mejillas llenarse de un líquido transparente que brotaba de los ojos que solemos llamar lágrimas. "Lixxie, le gusta alguien más. Aunque días atrás me lo había negado, me mintió y al verlos fui tan cobarde qué no pude hacer nada más que huir, huir lo más rápido que pude. Me siento fatal, como si mi mundo se hubiera apagado o desvanecido en el aire. Solo quiero olvidar..." Llevé la copa a mis labios y tomé un pequeño trago. Sentía las suaves palmadas de mi amigo en mi espalda; no eran suficiente consuelo, pero al menos no estaba solo, y eso era lo que más importaba.

"Eso, amigo mío, es lo que los humanos llaman un amor unilateral. Muchas veces es sumamente doloroso asimilar que la persona responsable de sus risas, lágrimas, sonrisas, abrazos y cariños no somos nosotros, sino que es alguien más con quien pasará sus días y vivirá los momentos que uno tanto anhela pasar junto a esa persona, pero por más que lo intentemos es imposible de efectuar. Ahora lo que estás viviendo es la metáfora del corazón roto. Por eso te duele aquí." Puso su dedo en mi pecho. "Sientes que hay una presión en tu corazón y un dolor punzante, pero te digo, con esto." Señaló la botella de vino. "Puede que lo alivie, pero no lo va a curar."

Me derrumbé sobre la isla, apoyando los antebrazos allí y agarrándome la cara. ¿Qué se suponía que haría ahora? Mi vida había estado iluminada por ese sol que no estaba a miles de kilómetros, sino a unos cuantos metros de mí. Mi vida antes de conocerlo estaba llena de penumbra y monotonía, una vida a la que no quería regresar, nunca más. Min-ho se sentó en una de las sillas a observar en silencio cómo poco a poco me tomaba la botella. No me dejó terminármela porque dijo que era suficiente y que ya me veía borracho por mis mejillas rojas. Hyung recogió todo: mis cosas que había tirado al piso, la botella y mis pinturas que había estado secando. Quise quedarme con la copa y allí me quedé, como por treinta minutos, sentado en la isla jugando con la copa de vino vacía en su totalidad.

“Siento que estás mejor, por lo que no creo que hagas nada estúpido. Voy a ir rápido a comprar unas verduras para el almuerzo de mañana, así puedes hacer los filetes. Traeré un poco más en caso de que Jisung sí pueda venir.” No respondí, estaba demasiado ido para concentrarme en algo más que en romper la copa de vidrio en mi palma.

Swan Lake {Hyunlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora