El pasado es aquel que nos ha forjado, que solo de nosotros depende si cargamos o soltamos.
El pasado es aquello que muchas veces no nos enorgullece, pero es gracias a él que estamos donde estamos y que somos quienes somos.
Nos marca y nos lastima, nos da nostalgia y nos hace llorar, pero sobre todo, nos enseña. Nos deja cicatrices, marcas muchas veces dolorosas de ver, de recordar, de perdonar...
El pasado, es el que debes de aceptar, para seguir adelante.POV Lloyd.
El baño estaba solitario, la fuerte tos del rubio inundaba el lugar, aquel baño sin color, deprimente y sin chiste que le hacía recordar al hospital al que iba cada fin de semana, pues no era un lugar feo, pero si triste. Muerto.
Sacó un envase color naranja con pastillas para esas ocasiones, y se colocó la sudadera para cubrir los pequeños moretones que yacían en su brazo derecho, algunos de un color morado preocupante, lo bueno era que el clima estaba apto para aquella vestimenta, así nadie le preguntaría nada.
Era jueves, el único día en el que no coincidía con el castaño para ninguna clase, y eso lo convertía en el día menos favorito de Lloyd.
Sin darse cuenta, aquel chico se había vuelto parte de su vida diaria y de su rutina, abriéndose camino como explorador con cuchillo en la jungla verde de su corazón, sin siquiera pedir permiso, y se adueñó de este, sin siquiera imaginarlo. Como Cristóbal Colón, que descubrió América sin siquiera notarlo. Era la última clase de ese día, para su suerte, por fin podría estar con aquel chico que le provocaba mariposas de solo oír su nombreVenía ya saliendo del aula, al cruzar el umbral de la puerta sintió dos brazos rodearle por completo, estrujando sus brazos y su abdomen de forma delicada, y apegándolo más a la persona en su espalda, pudo reconocer enseguida aquel perfume, aquel olor a shampoo (Kai cuidaba mucho su pelo y una vez invitó a Lloyd a ver todos sus productos para este), aquel...aquel calor corporal que le hacía sentir en casa.
-¡Kai!-exclamó emocionado, después de darse la vuelta.-Por fin, justo acabó mi clase e iba saliendo hacia tu edificio para verte, te me adelantaste.-dijo con una sonrisa brillante que acaloró el corazón del de la cicatriz.
-Lo siento enano, te gané, mi maestra se tuvo que ir antes por una cita médica así que nos dejó salir, para mi suerte.-correspondió la sonrisa y volvió a abrazar a su amado.
-Me alegro, hoy vimos en la clase el tema de regeneración celular del tejido y...
Ambos salieron caminando del campus, en dirección a las residencias, mientras platicaban de lo que habían visto o hecho en sus clases. Al día siguiente empezarían las vacaciones de invierno por lo que la mayoría ya estaba aprovechando para volver a casa con sus familias o parejas. Tanto Kai como Lloyd irían a casa también, pero no hasta el lunes de la próxima semana, como habían acordado desde octubre.
-Espera Kai, tengo la llave por aquí, deja la busco...-empezó a rebuscar en su mochila, hasta que las encontró, pero en eso sintió un fuerte dolor de cabeza, ocasionando que cerrara los ojos con fuerza y se tambaleara ligeramente, provocando que las llaves se le resbalaran de los dedos, cayendo al piso, entre ambos chicos.
Se agacharon al mismo tiempo entre risas cortas, Lloyd sonreía, procurando ocultar el dolor de cabeza, solo para tocar ambos las manos del otro: tacto, aquel que te puede volver loco, revolverte las entrañas o desbocar tu corazón en un segundo, por más mínimo o inocente que sea.
Entraron a la habitación, Lloyd entró corriendo al baño, con la bolsa aún, para tomarse dos pastillas más, como la dosis indicaba, a los minutos su dolor de cabeza disminuyó, por lo que salió del servicio para ir con Kai. Se tumbaron ambos en la cama del rubio, el cual sacó una computadora con una funda transparente y algunas pegatinas, y una bolsa de frituras que tenía en la mesita de noche, mientras que el castaño sacó unas golosinas y bebidas de su mochila, té helado para él, y para Lloyd, una Coca-Cola.
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El viento que mece nuestras almas [Greenflame]
FanfictionLloyd tiene leucemia linfoblastica aguda, y trata de llevar su vida ocultando eso. Acaba de entrar a la universidad, y por obra del destino terminó cruzándose con Kai, un chico alto, guapo y carismático, el cual se gana rápidamente su corazón. Sin e...