Capitulo 27. Mares y océanos.

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"Confía en mí. Entrégame tu alma y permíteme cuidarla, compárteme tus alas y déjame volar a tu lado.
Sueña conmigo, ámame y atesórame, que yo haré lo mismo."

POV Lloyd.

La brisa cálida le daba en la cara, dejando impregnado en su pelo el aroma salado del mar. El sol resplandecía con fuerza, y el agua se veía de lo más apetecible.

Cargaba con una mochila en la espalda, y llevaba sus zapatos en la mano.

-¡Este lugar es increíble!-exclamó Jay, entusiasmado. Estaba en la orilla de la playa.

El pelirrojo cargó a su novia, quien estaba junto suyo, y la elevó, dándole vueltas por los aires mientras reían.

Todos los observaban alegres, y Kai sonreía, pues a pesar de todo, le alegraba que alguien como Jay amase a su hermanita.

Los demás se adelantaron a la casa, dejando al rubio y al castaño solos.

-Es muy lindo aquí.-confesó Lloyd.-realmente.-se miraron a los ojos, sonriéndose.

-Es más hermoso aún estar aquí juntos. Te amo.-besó la punta de su nariz, produciéndole cosquillas.

-Y yo a ti.

No podían evitar sentir la euforia de compartir su tiempo y crear memorias juntas. Y más después de haber estado a punto de perderse mutuamente.

Ahora estaban juntos, y solo querían aferrarse al otro, y acompañarlo.

-¡Apúrense tórtolos!-Cole ya se encontraba encendiendo el asador, con Seliel a su lado.

-¡Ya, ya!-respondió el castaño, divertido.-¡Qué para allá vas!-tanto el azabache como la pelirosa se sonrojaron, volteando a ver a direcciones opuestas.

-Soy Kai, y tengo un doctorado en incomodar.-Lloyd imitó su tono de voz mientras reía. Su novio hizo una mueca.-te amo.

Se besaron.

La carne asada estuvo lista después de unas horas. Y la batalla para definir la distribución de habitaciones fue mortal, aunque al final decidieron quedar: Kai con Lloyd, Zane y Pixal, Seliel y Cole y Jay y Nya.

El mar se veía hermoso, pues se mezclaban distintos tonos de azul en él. Pero no habían conchitas, lo cual decepcionó un poco a Lloyd.

-Es arena suave y lisa...-dijo decepcionado. Le volteó a ver con un enorme puchero en el rostro.

-Ay amor.-besó su frente, haciéndolo sonreír.-volviendo te llevaré a una playa repleta de caracolas, ¿si?

-Sí. Te amo.

Se metieron a nadar, viéndose espantados al principio por la baja temperatura del agua.

Zane y Pixal se quedaron en la casa. Al parecer, la platinada se encontraba preparando un pastel, obviamente de chocolate, para todos; y su novio no quería dejarla sola en aquello.

Se entretuvieron en peleas de agua, búsquedas de animalitos, o simplemente nadar.

-Que lindo traje de baño.-le susurró Jay al oído. Nya se sonrojó, volteándolo a ver alegre.

El viento que mece nuestras almas [Greenflame]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora