Capítulo 13. El perdón.

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El pedir perdón es un acto hecho muchas veces por quedar bien, sin embargo, hay quienes lo ven como la forma más sagrada de demostrar arrepentimiento. El perdón no se le debe de otorgar a cualquiera, puesto que no todos lo merecen.
Pides perdón cuando haz hecho algo malo. Aunque no siempre funciona pedir perdón...porque a veces tu error es tan grande, que una palabra no lo puede arreglar.

POV Lloyd.

El último día de aquellas cortas pero increíbles vacaciones había llegado, para desgracia del grupo de amigos. Se podía notar en el aire que era Domingo, y que al día siguiente tendrían que volver a su ajetreada, aburrida, y tediosa rutina, como de costumbre.

Cole y Jay fueron encargados a ir por hamburguesas a McDonalds, lo cual les daba vergüenza considerando la magnitud de la orden,  superando las diez hamburguesas y ocho papas fritas.

Al volver, se sentaron en la sala de estar, repartiéndose en los sillones y jugando MarioKart. Lloyd se levantó un instante para ir a buscar una soda al refrigerador, ocasión que la pelirroja aprovechó para acercarse tímidamente a él.
Se mantuvieron en silencio, el rubio rebuscando en el frigorífico y la chica vaciando su comida en un plato desechable.

-Cuídalo bien, por favor Lloyd.-fue lo único que le dijo Skylor antes de salir de la cocina, con la vista gacha.

El ojiverde se quedó consternado por unos segundos, últimamente ella no le dirigía tanto la palabra, se preguntaba si había hecho algo para molestarla o incomodarla, y asumió directamente que, de ser así, probablemente tendría algo que ver con Kai.

Se sentó de nuevo junto al chico, buscando captar la atención de la pelirroja, para ver si aunque fuera con una mirada, recibía algún tipo de respuesta. No fue así. De pronto se empezó a escuchar el sonido la puerta de entrada abriéndose, alertando a todos. El señor Cheng estaba de viaje, por lo que no podía ser el y todos los amigos que habían asistido aquel fin de semana estaban reunidos en la sala, dejando solo una opción, la cual, para su desgracia, fue acertada.

En el pasillo de entrada estaban paradas dos personas adultas: Ray y Maya Smith, padres de los hermanos, los cuales se encontraban removiendo sus zapatos y colocándolos en el mueblecito junto a la puerta. Aunque Kai no se lo dijera Lloyd dedujo automáticamente que aquellos eran sus padres, pues aparte de la obviedad de la situación, aquellos dos tenían un parecido enorme con sus amigos.

El ambiente se tornó incómodo, con la televisión aún reproduciendo música del videojuego y Cole a medio bocado de su hamburguesa, produciendo un ruido fuerte gracias al envoltorio de su comida.

-Hola.-saludó su madre.

POV Kai.

El castaño no podía creer aquello, después de años de ni siquiera haber aparecido en sus cumpleaños o navidad, de desentenderse de sus hijos y su crianza, estaban enfrente suyo sus dos progenitores, con quienes tenía la desgracia de compartir apariencia. Y su madre, la mujer que le dio la vida pero jamás cariño o atención, se había atrevido a ignorar todo aquello y saludar de la manera más despreocupada y tranquila del mundo con un simple "hola" y una sonrisa entre labios que parecía incluso adrede. Increíble.

Ambos hermanos observaban incrédulos a la mujer de cabello negro y largo, mucho más largo que la última vez que la vieron.

-¿No van a saludar?-preguntó su padre alzando los brazos, con la intención de abrazarlos.

Sus amigos estaban callados y estáticos, procurando no moverse o producir el más mínimo sonido, esperando mezclarse por arte de magia con el ambiente, o convertirse en alguna especie de maceta decorativa para poder pasar inadvertidos.

El viento que mece nuestras almas [Greenflame]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora