El viento que mece nuestras almas [Greenflame]

Capítulo 14. Tormenta eléctrica y terremotos.

Las tormentas eléctricas, aquella mezcla entre electricidad y agua. Fuertes, peligrosas y desastrosas, preciosas a su manera.
Aquellas que azotan viento, tierra y mar, uno de los mayores miedos de todo navegante. La más perfecta presentación de la belleza y el caos.
Terremotos, aquellos que destruyen lo ya construido, que alteran el orden y cambian todo.
Desastres naturales, desastres.

WARNING: Este capítulo es entera y absolutamente de Jay, Nya, Cole y Seliel, contiene algunas cortas escenas con connotaciones sexuales, si no son de tu agrado los ships o este tipo de escenas, te recomiendo saltarte al siguiente capítulo, esta parte no es tan relevante para la trama principal, por lo que no afecta si se lee o no. Gracias por tu tiempo.

PRIMERA PARTE: JAYA 🩵💙

POV Jay.

El pelirrojo se encontraba apurado eligiendo su ropa para aquel día. Su cabello húmedo desprendía un aroma a bergamota y traía una toalla alrededor de la cintura. Sus rizos mojados caían sobre su rostro y sus ojos azules brillaban de la emoción.

Aquel día había quedado con Nya de ir a la playa, por lo que ahora que se daba cuenta, bañarse había sido una total estupidez...
Sacó rápidamente una playera negra con dibujos de Gorillaz de su cajón y un short de baño de un azul vibrante, se puso unos tenis negros y guardó en una mochila unas sandalias, bloqueador, y una playera extra.
Salió de su residencia con el celular en la mano, esperando un mensaje de la pelinegra avisándole que ya estaba allá, el cual obviamente ya tenía. Atravesó todo el camino de gravilla que conducía al estacionamiento. Los árboles ya mostraban indicios de empezar a florecer y el sol despejado lograba que el cielo se iluminara perfectamente. Sentía la cálida brisa del medio día deslizarse por su rostro.

Al llegar pudo observar a Nya parada junto a su auto, con un short corto de mezclilla desgastada y una blusa de tirantes que ajustaba perfectamente con su cintura. Se veía preciosa, como de costumbre.

-¡Jay!-exclamó, al darse la vuelta y divisar al pelirrojo, se acercó a él corriendo para darle un abrazo, este hizo un esfuerzo enorme en fingir no notar su pecho mecerse ante cada paso que daba, aunque gracias a su vestimenta, era evidente.

-Nya, que linda te ves.-dijo, con un sonrojo en las mejillas.

El corto cabello negro de la chica se movía gracias al viento, tenía los ojos entrecerrados y cubiertos bajo su mano para protegerlos del sol y el rostro adornado con una sonrisa de oreja a oreja. Se veía radiante, sin duda.

Subieron al auto y condujeron hasta una tienda cercana para comprar algo de comer y tomar, planeaban pasar gran parte del día en la orilla del mar, nadando, comiendo, o simplemente recostados.

Al llegar bajaron la nevera y abrieron la cajuela, colocando en esta toallas para cubrir el piso, y poner encima sus bolsas.
Antes de que el pecoso pudiera darse cuenta, la chica ya se encontraba en traje de baño, corriendo hacia el agua, el la siguió y alcanzó a tomar su mano para posteriormente caer en el agua y ponerse a revolotear como pececitos..
Una pareja de ancianos los observaba a lo lejos, con una sonrisa en los labios, nostálgicos, pues el amor joven es lo más precioso y puro del mundo, un torrente de primeras ocasiones y sentimientos honestos.

POV Nya.

Ambos se arrojaban agua entre risas. Buscando conchas en el fondo del mar o capturando cangrejitos en la orilla. Después de dos horas de constantes carreras o peleas húmedas decidieron comer algo. Merendaron frituras y gomitas, junto con un par de bebidas energéticas heladas gracias a la hielera y unas tostadas de mariscos. Luego optaron por recostarse un rato, para platicar y bajar la comida.