chapter XII

95 13 0
                                    


Cerré mi laptop ya resignada, llevaba bastante buscando un buen vídeo para desayunar y no encontraba ninguno, así que me limité a ver Tiktok mientras comía.

Ya había pasado la noche después de la pregunta que le hice a Dahyun, no he querido salir de mi cuarto porque se que querrá hablar sobre eso y no quiero escuchar algo que me lastime.

Algo cobarde, pues hasta Nayeon y Jeongyeon me dijeron que debía hablarlo con ella, pero simplemente no puedo mover mis piernas fuera de mi cuarto.

Terminé el cereal y dejé el plato en la mesita de noche, me quedé sentada en el borde de la cama pensando en si salir a estirar mi cuerpo o quedarme en cautiverio.

Obviamente elegí la segunda; me recosté en la cama y entrelacé mis manos encima de mi abdomen, para calmar a mis tripas que al parecer seguían con hambre.

A punto de dormir otra vez, el sonido de mi celular se reprodujo, lo miré y era una videollamada entrante.

Respondí y miré a mis amigas quienes estaban en situaciones muy diferentes.

Nayeon estaba sentada en su escritorio, supongo que nos veía desde su computadora. Mientras Jeongyeon tenía todo su pelo hecho un desastre, tenía ojos cansados y lo que parecía ser baba al lado de su boca.

—¿Con qué manada te peleaste?— dije riendo.

—Muy graciosa. No dormí nada ayer, los demonios que habitan mi casa se están apoderando de mi energía.— fingió llanto.

—Me imagino que esos demonios son tus hermanas.— comentó Nayeon— Pero estamos aquí para hablar de algo más importante.

—Ah, claro, claro. Inicia tú, eres buena en eso.

Alcé una ceja en modo de pregunta, en realidad me esperaba algo sobre su relación u otro chisme por contar.

—Tienes que hablar con Dahyun sobre lo que nos contaste.

Mis ojos se abrieron a la par con mi boca, algo que es un hábito en mi. Muy directo para mí gusto.

—Lo que dijo Nayeon. Tienes que enfrentarlo, ¿Cómo vas a saber si en verdad Dahyun quiere formalizarlo? Incluso si no quiere, tienes que saberlo.

—Yo lo sé, claro que lo sé, pero me da miedo escuchar algo que no quiero y que me duela.

—No siempre se va a poder ser feliz, son cosas de la vida, Momo. Te tienes que enterar por tu bien, o inténtalo siquiera.

Voltee hacia otro lado, pensando en si de verdad podría hacerlo. Malas sorpresas parecidas me he llevado antes, como pasó con Sana, pero por alguna razón esta vez tengo más miedo.

Suspiré y miré la pantalla.

—Bien, lo haré ahora.

—¡Eso, esa es Momo!— soltó Jeongyeon emocionada.— Desde mi lecho de muerte te mando mis mejores vibras para que todo salga bien.

—Dudo que tus mejores vibras sean lo suficientemente buenas, pero yo también te deseo suerte, cuentas con nosotras siempre, Momo.

Sonreí enormemente, era hermoso tener gente que te apoyaba en cualquier situación.

Colgué la videollamada y me paré rápidamente, tenía que hacerlo ya o mis cinco segundos de valentía se irían.

Salí de mi habitación lo más rápido que pude hacia la de Dahyun y toqué la puerta.

Uno, dos y tres toques, pero aún no abría. Estaba a punto de voltearme e irme, pero la puerta se abrió.

—¿Qué pasó?— preguntó ¿Desesperada? No quería hacerme ideas tan pronto pero me era inevitable.

As If It's Your Last - Dahmo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora