chapter XX

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Había pasado un rato desde que llegué a casa después de comprar unas cosas en el centro comercial.

Decidí llamarle a Jeongyeon para que me contara lo que pasó en la cita.
Marqué su número y esperé a que contestara.

—Momo, estaba a punto de llamarte.

—¡Necesito información!— dije desesperada, había estado esperando horas para saber lo que había pasado.

—Sal a tocar pasto, nena. Se ve que no has hecho otra cosa más que esperar a que la cita pasara.

—Ay, que pesada. Bueno, cuéntamelo todo.— alargue mis palabras.

—Bueno, ahí te va...

Jeongyeon

Terminé de arreglarme y le pedí el auto prestado a mi abuela, por única ocasión decidió dármelo.

—Hey, ¿Pasarás por el supermercado?

—Eunseo, no voy al supermercado.

—Bueno, me compras unas Cookies & Cream, hace mucho no como galletas.

—¿Y el dinero?

—Lo debes de traer ahí. Ya vete, mi dorama no se ve solito.— me corrió, abriendo la puerta de la casa.

Rodé los ojos y me subí al auto, tomé mi celular y le dejé un mensaje a Nayeon.

"Voy por ti ahora", decía mi mensaje.

Estaba nerviosa, bastante para ser sincera, las manos me temblaban y mi corazón parecía querer salirse de mi pecho.

Claramente no era la primera cita que tenía con Nayeon, pero estaba tan desesperada por volver a verla que mis nervios aumentaban.

Y es que en todas las citas que había tenido con ella siempre me aseguraba que todo saliera bien, y esta vez no era la excepción. Pero no sabía si Nayeon volvería conmigo después de lo que dije.

Para ser sincera, yo tampoco volvería conmigo si estuviera en su posición, pero deseaba que el universo se pusiera de mi lado para lograrlo.

Llegué a su casa y bajé del carro, toqué el timbre y de inmediato salió Nayeon.

Vestía un pantalón recto de color caqui, unos tenis blancos, una camisa de botones blanca, traía consigo un bolso azul y una diadema del mismo color.

—Hola...— dije, esperando que más palabras salieran de mi boca.

—Hola.

—¿Cómo estás?— temblé un poco.

—Muy bien. ¿Nos vamos?

—Claro, perdona.— tomé aire.

Rodeé el carro y abrí la puerta del copiloto, ella subió. Cerré la puerta y fui al lado del conductor, me senté y emprendí camino al restaurante en el que teníamos reservación.

Me costó tener una reservación ahí de la noche a la mañana, pero pude conseguirla.

—¿Y qué has hecho últimamente?— intenté romper el hielo.

As If It's Your Last - Dahmo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora