¿Niñera?

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-¡Entonces volteo y veo este choker! Está tan genial que se me olvidó la discusión por la playera, pero de verdad no entiendo esas tiendas -exclama indignada. Toma un sorbo a su bebida para darse cuenta de que el chico frente a ella no le presta la mínima atencion.

-Hola, tierra llamando a Diego. -El wiplash menor esta entretenido viendo su teléfono- ¿Diego? -continua tratando de llamar su atención pero pronto se rinde al no ver cambio alguno-. ¡Ay ya, que flojera me das Moguel, siempre es lo mismo contigo! -Se levanta de la mesa de la cafetería donde están y es hasta entonces que él vuelve a la realidad.

-Perdon, ya. -se disculpa dejando su teléfono sobre la mesita levantando las manos en son de paz.

-Ni siquiera me estas poniendo atención. -Toma su mochila indignada dispuesta a irse.

-Ya Mariel, lo siento, dejaré eso pero no te vayas. -Le sonríe de esa manera en que si te pide una estrella le entregas el universo entero.

-Está bien pero yo guardo esto. -Cede ante la petición y le quita el teléfono para meterlo en su mochila volviendo a sentarse-. No te veo hace semanas y ocupas nuestro tiempo para mensajear con ella, tal vez deba también gritar y patalear para tener un espacio en tu agenda con mas frecuencia. -Recarga los codos en la mesa y su menton sobre sus manos viéndolo con una sonrisa traviesa.

-Que graciosa. -Comenta con sarcasmo acomodándose el cabello.

-De verdad que tu teniendo novia te desconectas del mundo. -Ríe y toma un poco de su malteada.

-¡Claro que no! Sé perfectamente cómo separar mi vida personal de mi vida profesional. Y ella no hace esos berrinches que dices -responde indignado terminando su agua de limón.

-Entre la banda y tu novia te acabas el tiempo. -reprocha.

-¿Qué te puedo decir? ¡Si vieras como me ve! Te juro que me pierdo completamente. -A pesar de lo que dice, su expresión seria no cambia y esto provoca que su acompañante disimule una risa que, al conocerla bien no pasa desapercibida. -¡Ay ya a la chingada solo te burlas de mí!- Termina con el tema justo cuando el teléfono de ella empieza a sonar, al ver el nombre en la pantalla lo voltea a ver de forma acusadora.

-No mames y además te reúnes conmigo a escondidas. -Le reclama indignada a lo que él solo sonríe muy ligeramente sabiendo perfectamente de quién es esa llamada.

-Eres todo un caso -dice mientras contesta el teléfono.

                                                 Ю

-¡Contesta por favor, contesta! -suplica para sí misma con el teléfono en alta voz, todos los presentes ponen atención al sonido de timbrado.

-Hola Bells -contesta del otro lado una voz femenina.

-Te dije que si iba a contestar, me debes una botella wey. -comenta uno de los chicos que no despegaban su atención de la llamada al otro quien esta a su lado.

-¡Eso no significa que esté con ella pendejo! -réplica el otro implicado , anulando el logro de su compañero.

-Acepta tu derrota Moore! -el menor lo empuja-. Por eso no apuesto contigo, no sabes perder.

-¡Callense ya par de alcoholicos! -reprende la chica que a pesar de solo estar seria, su mirada mostraba la furia que estaba sintiendo y ellos estaban a punto de romper el hilo que sujetaba su paciencia.- Hola Marielita, oye ¿de casualidad está Diego contigo?-El dulce tono de su voz no concordaba con su expresión de furia contenida, era como si alguien diferente estuviera hablando.

-Wey ¿Por qué a nosotros nos trata como basura y a ella le habla con tanta dulzura que da miedo?. -Se queja indignado el regio.

-¡Por que ustedes son un par de pendejos! -responde, por no decir que grita, volviendo al tono habitual que usa con ellos. Del otro lado de la llamada se escucha como la otra chica solo ríe por la discusión que presencia.

Wiplash & The jingle bellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora