—Sia— la llamó Diego, tan inexpresivo como siempre.—¿puedo pasar?— pregunta la chica con una sonrisa amable.
—No/Claro— responden al mismo tiempo y Smoke. Todos voltean a ver a Diego con reproche. —¿Que?— pregunta haciéndose el inocente.
—No te preocupes, no vengo a verte a ti.— Dice la chica sonriéndole mientras entra para que Smoke pueda cerrar la puerta. En automático todos voltean la mirada a ella espectantes. —¿Bells?.
Pregunta buscando con la mirada a la chica que escupe lo que había tomado ante la sorpresa.
—Que pendeja.— dice Diego viendo a la mayor quién le lanza su vaso el cual se estrella en la pared a un lado del chico, derramando la bebida por todos lados. Al darse cuenta de lo que acaba de hacer frente a la inesperada visita, dirige la mirada hacia ella quién la ve sonriendo. —Insisto, que pendeja.
—¡Te callas el pinche hocico y limpias eso!— ordena gritando. Diego rueda los ojos.—Lamento que tengas que... Yo soy... Emm ¿En qué te puedo ayudar?— pregunta ligeramente nerviosa.
—Wakks me llamó y me pidió que viniera a verte.— Explica y Bells parece ligeramente confundida. —Soy Sia...— duda un poco volteando a ver a Diego que estaba recargado en la pared del pasillo que va a su habitación. —Sía Moguel.
Bells voltea a ver a Diego y después a ella.
—Te cargó la chingada Diego.— Dice Jota.
—Ustedes, alcohólicos, vayan a seguir sus pendejadas a la habitación de Jota y llevense todo eso.— ordena y los dos regios la ven indignados al querer presenciar el chisme pero lo hacen al ver la seriedad en la chica, da mas miedo que cuando lanza cosas.
—Pasa linda, siéntate.— pide con su típico tono amable que usa con cualquier persona que no sea parte de la banda, indicándole que tome asiento junto a ella en la barra. Diego se dirige a su habitación. —Te dije que limpies eso. —dice en tono de advertencia sin voltear a verlo. A lo que el chico se detiene, levanta el vaso del piso y lo lleva ante la mirada atenta de las chicas y lo pone de mala gana en la barra.
—No voy a limpiar tu desmadre.— dice tranquilo pero obviamente molesto.
—Diego— Interfiere la chica.
—¿Tu que?.— dice riendo levemente mientras entra en su habitación por fin.
—Lo siento, anda de insoportable.— lo disculpa Bells.
—No te preocupes, así nos llevamos.— le resta importancia.
—Entiendo perfecto.—ambas ríen.—Entonces... ¿Tú te quedarás con ellos?— pregunta Bells directamente.
—Wakks me llamó porque tienden a hartar a las asistentes, especialmente Diego.—
—Le encanta desaparecer.— confirma.
—Diego y yo no somos muy cercanos que digamos pero...—
—Perdoname pero tengo que preguntar. ¿Son hermanos?— pregunta Bells no pudiendo más con la duda. A lo que Sia solo puede sonreír.
—Medios.— responde. —Bells eres justo como te describe Diego.
—¿Diego habla de mi... Contigo?— pregunta evidentemente sorprendida.
—Como te decía, no somos los mas unidos pero si, de pronto me manda mensajes y hace unos meses en sus vacaciones cuando estuvo en Cancún, habló de la hiena loca que se la pasa diciéndole qué hacer.— ambas empezaron a reir.
Ж
Vió su reloj, las 9 de la noche. ¿En qué momento se le fue el tiempo así? Salió a las 6, de la que ya no sabía si aún era casa de Smoke o no. El departamento no quedaba a más de 20 minutos caminando, quiso pensar un poco y sabía perfectamente que siendo día de peda segura, llegar no era la mejor idea ya que habría todo menos tranquilidad, tampoco tendría su espacio para poder pensar con tranquilidad. Que tampoco es que haya podido calmarse o llegar a algo consigo mismo ya que estaba tan confundido como salió.
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Wiplash & The jingle bells
Fanfiction- "¿Nunca se calla?"-recordó la frase que repetía su compañero siempre que los regañaba como aquella mañana.