Chocolate [MinSung]

12

Bastaron dos tragos para que toda pizca de miedo y vergüenza desapareciera del organismo del rubio, quien se encontraba en "la pista" bailando con Ryujin. Minho y Jennie estaban sentados, Jennie hablando con algunos de sus compañeros y Minho escuchando la conversación, añadiendo un comentario cada cuanto. Cuando de pronto, sus ojos dieron con la figura de un omega.

Han Jisung.

Se levantó de la silla y dio una leve palmada en la pierna de Jennie para avisarle que se iba.

Sin que ninguno de los dos hablara se entendieron a la perfección y asintieron.

-¿Esta no era una fiesta exclusiva para los de último año?- dijo Minho acercándose al desorientado castaño, quien parecía un poco perdido y aturdido.

-¿Y qué haces aquí entonces?- una sonrisa apareció en sus labios.

-Touche.- ambos rieron y entre gritos acordaron que sería más cómodo salir a hablar al patio.

Ambos se sentaron en el césped a la par y Jisung puso su cabeza en el hombro de Minho, casi de forma inconsciente.

-Ya fuera bromas, ¿Cómo entraste? Me da curiosidad.- dijo Minho mirando al frente.

-Mi mejor amigo es primo del dueño de la fiesta.- dijo con simpleza.

-Oh, okey.- fue lo único que atinó a decir y vio de reojo como el menor bostezaba. -Voy a buscar algo que tomar, ¿Te traigo algo?- cuestionó y Jisung asintió -¿Qué te traigo?- preguntó.

-Lo mismo que tú.- respondió simple.

-¿Tomas?- cuestionó levantándose.

-A veces, tráeme algo con alcohol mejor.- pidió y Minho se fue de allí asintiendo.

Se adentró a la casa, más precisamente a la cocina. Y allí vio a dos chicos. El más alto se encontraba dándole la espalda, por ende tapaba a la otra persona. Las feromonas eran perceptibles, pero no le tomó atención.

Así que sin mirar mucho hacia ellos, pero percibiendo que el alto poseía una cabellera negra, salió con dos botellas de lo primero que encontró en su mano, en dirección al patio.

Escuchó un jadeo y pudo darse cuenta de que la persona acorralada era un chico omega, sin poder evitarlo sus mejillas se colorearon y aceleró el paso.

Llegó al patio y se sentó donde estaba anteriormente.

-¿Viste a un muerto o qué?- preguntó el omega.

-No, es que ha-habían dos chicos en la cocina y...- fingió una arcada, haciendo reír al menor.

-¿Qué?- cuestionó con una sonrisa. -Es lo normal.- dijo alzándose de hombros.

-Pues sí, pero ni se dieron cuenta de que yo estaba ahí.- dijo abriendo la lata.

El menor rio. -Suele pasar.- dijo, y ahora miraba la lata en sus manos.

Minho le dio un sorbo a la propia y miró al menor.

-¿Vas a abrirla o seguirla viendo?- preguntó Minho dándole otro sorbo a su bebida.

-¿Me la abres?- le extendió la lata.

-Claro.- puso la propia en el suelo y tomó la que le extendió el otro.

-Es que si no me voy a romper las uñas, ya sabes.- dijo con la voz más aguda de lo normal y moviendo sus dedos a forma de juego, haciendo reír a Minho, quien ya había devuelto la lata abierta.

-Qué cosas tienes, Sunggie.- rio