Chocolate [MinSung]

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-¿Puedes dejar de hablar de ese alfa, por favor?- cuestionó el también alfa sentado en uno de los sillones de la sala de su propia casa.

-Es que no lo entiendes, él es tan...- suspiró y el mayor por unos 3 años suspiró.

-Sí, Eunwoo. Él es tan hermoso y maravilloso, te encanta su olor y de más. ¿Pero viniste a qué, a follar o a contarme tu tragedia amorosa?- cuestionó con cierta molestia.

-No me hables así, hyung.- pidió rascando su cuello y el mayor suspiró.

-Woonnie, no estoy para perder el tiempo me gustas y te gusto por como poco algo físico, está bien que no estés enamorado de mí, pero por lo menos no me vengas a hablar del alfa que te gusta cuando sabes que daría todo por ti.- pidió en un suspiro el de hebras castañas y el mencionado bajó la mirada.

-Quisiera que él no me gustase tanto, créeme.- susurró y el mayor bajó la guardia, acercándose a él para capturarlo en un abrazo.

-Ya, bebé. Está bien, sólo... no estés mencionándolo, quiera o no, duele.- se confesó y Cha asintió a sus palabras.

-Perdón, no pensé en ti.- se disculpó.

-Nunca piensas en los demás, Woo.- susurró besando su mejilla para luego besar sus labios.

-Creo que realmente somos almas gemelas.- susurró Jisung, escondiendo sus manos en su abrigo, a su lado se encontraba un Felix en las mismas.

-Yo siempre lo supe, Minho nunca había hablado así con ningún omega.- dijo Felix. -Digo, a mí y a Jen nos trata muy bien, sinceramente, tiene una forma de ser muy linda, pero no es el mismo trato, sus ojos son otros, eso es muy lindo.- asintió a sus propias palabras, y sonrió escondiendo su rostro en su chaqueta.

-Es que sigo sin creer del todo que las almas gemelas existan.- susurró y Lee asintió a sus palabras.

-¿Hay alguna razón en específica?- cuestionó.

-Sí, sé que si las almas gemelas existieran, ella no se habría ido nunca, ella y mamá pensaban que eran almas gemelas y mi mamá sigue creyendo que son almas gemelas.- dijo con sus ojos hechos agua y sus ojos fijos en la lápida en frente de él.

-Lo siento mucho de verdad, Sung.- mencionó el rubio en su costado, abrazándolo en muestra de apoyo.

-No es como si fuera tu culpa, Lix.- respondió y el menor asintió con obviedad.

-Lo sé, sólo es una forma de querer decir que me siento mal por tu situación.- explicó y con su índice limpió una de las lágrimas que resbalaba la mejilla contraria.

-Gracias por venir conmigo.- dijo devolviendo de costado el abrazo.

-No es nada, estoy para lo que necesites.- dijo y el castaño asintió con una sonrisa.

Juntos salieron del cementerio con sus manos tomadas por pedido de Han, quien se sentía especialmente sensible aquel día. Había pasado, sin mentir, 4 horas en el cementerio hablando con su madre, su mamá se había ido hace 1 hora atrás ya que tuvo un imprevisto con algo relacionado al trabajo a lo que sinceramente Jisung no le prestó atención.