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A la noche, Hyunjin decidió que lo ideal sería llevar al rubio a su casa.

Estaba más que feliz, pues había dormido con su chico la noche entera y se aseguró de despertarse minutos antes que él para observarlo dormir plácidamente, sus largas y cuidadas pestañas descansando sobre sus delicados pómulos, adornados con sus hermosas pecas en las cuales encontraba su galaxia favorita.

Hicieron el desayuno juntos, hablaron de diversos temas durante el mismo, pidieron a domicilio el almuerzo, durmieron más para finalmente demostrarse el uno al otro su amor a través de sus cuerpos y fluidos corporales.

También tomaron su primera ducha juntos y ahora conducían nerviosos a la casa de las Lee y era más que obvio que ella estaban molestas.

Felix vestía prendas del mayor puesto que el día anterior había salido incluso sin calzado de su casa y no quería devolverse a buscarlo.

Al llegar ambos bajaron del vehículo y se dirigieron hasta la puerta, tocaron y en cuestión de segundos una malhumorada Tzuyu abrió la puerta.

-¿Ya te cansaste de estar en la calle?- cuestionó con su mirada afilada, Felix tembló levemente. Pasos apresurados se escucharon desde dentro y la omega rubia se abalanzó hasta abrazar a su hijo.

-No es eso, mamá.- dijo en un tono tranquilo.

-¿Entonces qué es?- cuestionó molesta. -No sé qué te está pasando.- dijo negando y Felix abrió la boca molesto.

-¿A mí? Ayer casi me viola un desequilibrado mental y lo único que hiciste fue intentar dejar en la mierda a la persona que me salvó de eso, a lo mínimo me esperaba un abrazo o un "todo va a estar bien." ¿Sabes?- cuestionó, tratando de no alzar la voz y Sana asintió.

-Lo siento, también fue mi culpa.- dijo y besó la frente del menor. -No sabía qué hacer, gracias Hyunjin.- ahora se dirigió al alto.

-No hay que agradecer, Sana. Lo ayudé porque ese es mi deber como el alfa que soy de su hijo, y sé que están molestas por la marca pero iba a pasar. Mis intenciones con Felix van mucho más allá de un estúpido amor adolescente y pasional. Quiero hasta lo que no se ha inventado con su hijo y realmente estaría encantado si nos apoyan con esto, mi plan de vida es con él y no creo encontrar omega más perfecto para mí.- dijo y el rubio apretó su mano en muestra de apoyo.

-Hyunjin, el amor... Felix no sabe lo que es, puede que tú sí. Pero él no, sólo lo estás confundiendo.- dijo la castaña, manteniendo aquel frío tono en sus palabras.

Lee la miró asombrado.

-Para él es algo pasajero y a ti es a quien le va a doler.- Tzuyu se caracterizaba por hablar de más e incoherencias cuando estaba molesta.

Felix asintió a sus palabras sin tomarle importancia.

-Mañana tengo que ir a clases y tú también, así que asegúrate de descansar bien. Yo estaré bien.– dijo y dejó un beso en su sien.

-No vayas a clase mañana.- pidió Hyunjin y Lee frunció el ceño. -Él va a estar ahí.- dijo y Felix sintió un escalofrío.

Felix asintió.

-Vete con tu novio, Felix. Ya estás marcado, no nos perteneces.- hizo el amaño de cerrar la puerta y Felix metió el pie.

Se miraron expectantes por largos segundos, hasta que el menor volvió a hablar.

-Está bien, mamá. Supongo que cuando estés más tranquila podremos hablar de esto, ¿Puedo subir a buscar mi mochila y algunas cosas?- cuestionó, ya conocía a su madre y no iba a insistir porque no serviría de nada, la omega veía la escena con ojos abiertos de par en par, no pensaba que su esposa fuera capaz de aquello. La alfa asintió y Felix se perdió escaleras arriba

Chocolate [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora