La cabeza me duele y es raro siempre te duele a ti. Toda da vueltas en mi entorno y me comienzo a sentir mareado, dejo caer algo que cuando choca con el suele hace bastante ruido para correr hacia el baño, una vez ahí vomito todo lo que podía tener en el estómago.
Jalo de la cadena como en un trance y es entonces cuando las veo, mis manos llenas de sangre y a unos pasos de mí en la entrada un cuchillo rodeado por un charco de algo rojo, ¿Cuántas puñaladas he dado? ¿Cuánto daño hice? mis preguntas solo me hacen vomitar una vez más pero de mi boca solo sale bilis. En un impulso casi necesitado me pongo de pie frente al espejo y comienzo a tallar mis manos con desesperación, el agua sale roja.
-Leonardo- tu voz sale como un murmullo que se abre paso por mi bruma de desesperación, te veo en la puerta mirando el cuchillo y después mirándome con terror y lágrimas saliendo de tus ojos -No, detente, estas manchando más cosas- corres hacia mi deteniéndome las manos y ahora eres tú quien las limpia, me quedo viéndote, tus manos se mueven con delicadeza por encima de las mías.
-Escúchame Leonardo- asiento levemente mientras me limpias la cara -No la veíamos desde el día de ayer, no sabíamos dónde estaba, esta cena no paso- niego con la cabeza -La sangre y el cuerpo- digo como si no fuera obvio para ti que están a mitad de la sala, inundando todo a su paso del olor a hierro.
Maldices en voz baja -Repítelo- tu voz suena amenazante -Repítelo anda- comienzo a sollozar -Leonardo no es momento de que llores, solo repítelo maldita sea- esta vez ni siquiera te puedo ver las lágrimas han bloqueado mi vista.
Es entonces cuando siento el golpe, me has dado una cachetada -Repítelo maldita sea- me gritas y me veo imposibilitado de hacer otra cosa que no sea lo que me pides -No la veíamos desde ayer, no sabíamos dónde estaba, no hubo ninguna cena- asientes y me das un beso en la cabeza -Buen chico- me tomas de la mano y salimos a la sala -Ni se te ocurra vomitar aquí- niego levemente aunque mis ojos no se pueden apartar del cuerpo inmóvil.
-Necesito que me consigas cosas para limpiar esto, de alguna manera la sangre debe salir de la alfombra y de lo demás- te agachas junto al cuerpo cuidando de no mancharte de sangre, yo no me he movido ni un centímetro -¿Y el cuerpo?- digo con la voz rota -No la llevaremos- fijo la mirada en ti aunque tú no me veas -Al bosque, ahí la enterraremos, si lo hacemos bien no deberían poder encontrarlo- niego y me acerco a ti -Esto está mal, ¿Lo sabes no?- suspiras y te levantas, llevándome contigo me arrastras hasta la pequeña bodega de la casa donde están las cosas de limpieza.
-Consígueme lo que te pedí- te das la media vuelta para regresar a la sala -La amaba, no quería hacerle esto- tu voz sale rota cuando vuelves a hablar -Lo sé, pero ahora no te puedo perder- veo solamente tu espalda, ¿Estas llorando acaso? -Lo haremos bien para que salgas de esto, solo consígueme lo que te pedí, rápido-
Me doy la vuelta para ver la bodega, no quiero hacer esto, no quiero encubrir lo que hice °No te puedo perder° tu voz suena en mi cabeza, finalmente entro a la bodega y tomo lo que creo que puede funcionar, he dejado de llorar, yo tampoco te quiero perder.
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Hoy es día de eclipse, tengan cuidado si lo observaran. Gracias por estar aquí
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Lineas paralelas
Mystery / ThrillerMe haces destrozos la vida, el alma, y cuando me construyes de nuevo eres el primer pensamiento que ronda mi cabeza y de nuevo vuelvo a ti ¿Cómo debería ser sino es así?