15. Malos

5 1 0
                                    

-Entonces ¿Es él?- volteo a ver a Ángela que me observa fijamente –Eso parece, la interrogación sigue y hasta el momento lo ha negado pero están seguros de que es él- asiente levemente y continua comiendo.

Yo observo por la ventana, Alan está lo suficientemente enterrado como para que aunque se niegue crean otra versión, por lo que se gracias a Andrés será así en unos días debería quedar cerrado todo este asunto.

-¿Por qué te dejaste de hablar con Lorenna?- ella me ve y de repente sus ojos comienzan a cristalizarse –Lo siento no quería ser malo contigo- ella niega, se limpia la boca y habla –Siempre pensé que ella lo había hablado contigo, al principio parecíamos muy afines como almas gemelas nos conocimos muy chicas y pensábamos que estaríamos juntas siempre pero al crecer quedo claro que éramos muy diferentes y eso empezó a pesarnos-

Hasta el momento tu historia y su historia concuerdan, almas gemelas destinadas a separarse y lo mucho que te destruyo todo una de tus primeras visitas al psicólogo fue para ver tu relación con Ángela y no salió bien.

-Acordamos que no nos dejaríamos separar por diferencias mínimas pero luego ella se volvió fría, empezó a esconder secretos de mi pero no cualquier cosa daño a su familia por sus acciones, le gustaban los mismos chicos que yo, hablaba mal de mí con todos e inclusive llego a golpearme después de una discusión- se detiene para limpiarse las lágrimas –Ella era muy mala conmigo se volvió fría y no quería hablar de lo obvio, un día estábamos bien y al otro de nuevo mal, la convencí de buscar ayuda y después de muchos intentos lo hizo pero me culpo de la manera en que estaba dijo que su psicólogo se lo dijo pero jamás lo creí pero yo no supe cómo seguir a su lado- solloza lentamente –Acorde con mi familia y mi pareja que lo mejor era alejarme aunque me doliera abandonarla en su momento más débil-

Todo se siente frio dentro de mí, tú me dijiste que la razón de que se alejaran se debió en su mayoría a problemas con los chicos y que Ángela se había comportado como una perra por uno en especial y tú no querías seguirla soportando, no cuando empezaste con tu diagnostico no después de eso ¿La golpeaste y humillaste? ¿Quién mierda eres? –Ella no me dijo eso, lo siento mucho- asiente mientras se limpia las lágrimas –Me duele reconocerlo pero sería algo que ella haría sobre todo con alguien tan importante para ella ¿Su medicación ayudo?- asiento sin mucha convicción y ella me regala una sonrisa a medias.

Seguimos comiendo sin tocar mucho de ese tema en absoluto lo preferimos así ambos, hablar sobre ti duele, en cambio ella habla sin parar de los países que visita y yo me imagino en cada uno de ellos a través de las descripciones tan exactas que da inclusive se ofrece a regalarme un viaje una vez que todo esto concluya, al final nos tomamos algo en el bar contiguo y ambos charlamos sobre anécdotas graciosas en nuestras vidas escupo sin querer al escuchar cómo se cayó en su primer vuelo después de ir con un pasajero.

Al final cerca de las 10 de la noche nos dirigimos a mi auto y ella está muy borracha como para solo indicar su dirección y después dormir todo el trayecto, no me molesta, su silencio me ayuda a pensar. Al llegar a su calle la muevo mientras le pregunto en voz baja si la puedo cargar y tomar sus llaves, ella asiente adormilada y se deja hacer.

-¿Te coloco en el sillón? Te traeré un vaso de agua antes de irme- asiente y entro en la cocina, en cuanto regreso me ve con los ojos muy abiertos –Desearía decirle cuanto lo siento por dejarla, no fui una buena amiga- desvía la mirada lo suficiente para ver que observa una foto de ustedes dos juntas –No creo que ella haya sido una buena amiga o una buena persona para merecerse eso de ti-

-No lo entiendes ella era así yo debí entender que tuvo un proceso de sanación y ayudarla con eso- niego pero Ángela sigue soltando frases mientras se recuesta en el sillón después de beberse el vaso completo de agua, me acerco para taparla cuando me toma el brazo – ¿Le dirías que lo siento si pudieras?- asiento mientras susurro un lento descansa y la veo quedarse dormida inmediatamente.

Salgo de su casa y marco tu número, tu voz enojada suena del otro lado de la línea -¿Dónde mierda estas Leonardo?- arranco el auto y conduzco lo más rápido que puedo por la ciudad –Mas te vale estar en la casa Lorenna necesito hablar contigo-

-No empieces con reproches amor yo tengo más de uno y no te gustaran- escucho tu risa seguido de algo cayéndose la llamada se corta.  

Lineas paralelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora