Tras la cuarta transformación (clauchitl)

1. Xochitl

Eran los años 2000 cuando me presenté en palacio nacional para entregar unos papeles. Entraría a trabajar como directora del control del medio ambiente del distrito federal.

Me sentía perdida, debido a que jamás me había desempeñado en el área política. No dudaba de mis capacidades, pero si me generaba curiosidad el saber cómo me iría en esta rama dominada por los hombres.

Llevaba puesto un saco color hueso y mi cabello rizado recogido en media coleta. Me habían indicado que el licenciado que recibiría mis documentos llegaría en 15 minutos, así que solo me quedaba esperar.

De repente, por el pasillo apareció una señora de complexión robusta, cabello corto y teñido de castaño claro caminando apresuradamente. Llevaba cargando consigo un casco de bicicleta y se veía cansada.

Camino hacia mi dirección y me regaló una sonrisa sincera. Se sentó a mi lado.

—El tráfico de la ciudad hace que casi no llegue —Solto la señora, mientras se reía. Sonreí tímidamente.

—¿Primera vez? —Le dije, bromeando.

—Ni que lo digas, en Hidalgo nunca tuve estos problemas. Manejar en bici aquí es un martirio, llevo ya varios años aquí pero sigo sin acostumbrarme —Platico. Note que tenía cierto problema al pronunciar la letra "r". La mire de reojo y pensé en que definitivamente, no era una cara conocida para mí.

—Supongo que si estás por aquí, es que vas a trabajar en el gobierno, ¿Verdad? —Le pregunté, directamente. No me gustaba irme por las ramas.

La mujer me miró con los ojos entrecerrados, como dudando en responderme.

—Si, tu también, ¿verdad?

Asentí con la cabeza. Me regaló una sonrisa, note sus dientes torcidos.

—Supongo que nos estaremos viendo. me llamo Claudia —Dije.

—Xochilt. Estoy con el PAN.

Éramos de distintos partidos, por eso no la conocía. No creía en las diferencias de los partidos políticos y Xochitl se veía de buen corazón. Note que llevaba el anillo de casada y me pregunte si se habría casado solo para tener más oportunidades dentro de la política.

Nos quedamos calladas después de eso. La verdad, no teníamos mucha más de que hablar, al menos en ese momento y me pregunte si volvería a ver a Xochitl.