No hablamos del suceso y fingimos que nada había pasado. La tarde termino tranquila, pero al irme a dormir, me quedé mirando al techo fijamente, preguntándome por qué Xochilt había tomado esa decisión. Recordé la adrenalina que había sentido, el frío de mis lágrimas chocando contra sus pómulos.
Cerre mis ojos con fuerza mientras negaba con la cabeza, sin querer a aceptar la realidad en la que me encontraba. ¿Cómo podíamos seguir siendo amigas después de eso?
Al menos yo no podía pretender que las cosas seguían igual entre ella y yo. Solo había complicado las cosas entre nosotras, porque aunque correspondiera a sus sentimientos, el mundo no estaba listo para ver la relación entre dos políticas y menos de partidos contrarios. Además, éramos demasiado mayores para eso, ¿No?
Nunca me había cuestionado mi sexualidad y mis sentimientos hacia Xochilt hasta ese momento. ¿La queria tanto como para dudar de quién había sido durante tanto tiempo?, ¿Estaba lista para abrirme al amor tan rápido?
No había superado del todo el divorcio con mi ex esposo.
Me giré en la cama, tratando de encontrar una posición cómoda para dormir, pero mi mente seguía volviendo a esa tarde, a sus labios tocando los mios y a la sensación de estar a punto de caer del precipicio.
Antes de caer dormida, decidí que tenía que enfrentar a Xochitl en la reunion del congreso, no podía seguir huyendo de lo que sentía ni de lo que había pasado entre nosotras.
Con esa idea, me levanté, me bañé y peine mi cabello en una media coleta. No lo alacie, debido a que ya me había hecho el alaciado permanente por decisión de mi equipo de imagen. Decían que el cabello rizado me daba una imagen "descuidada".
Me vestí con un traje blanco, intentando transmitir la seguridad que no sentía. Al salir de casa, Mariana me agradeció por haberla obligado a hacerse amiga de la hija de Xochitl. No supe que decirle.
Llegué media hora antes, con la esperanza de encontrar a Xóchitl antes de que comenzara la sesión. Por suerte, la vi en el pasillo, mientras releeia algunos documentos. Parecía como si hubiesen pasado años desde la última vez que la había visto.
Tomé una respiración profunda y me acerqué.
—Xóchitl, ¿podemos hablar? —le pregunté, sin poder mirarla a los ojos. Ella asintió, y nos dirigimos a los baños de mujeres. Me asegure de que no hubiese nadie en el lugar.
El silencio entre nosotras era pesado, lleno de tensión. No recordaba haber sentido eso con ninguna otra persona.
—Claudia, lo siento —comenzó Xóchitl, con la voz temblorosa y jugando con sus manos—. Se que aún no has superado lo de tu exmarido pero... Sentí que tenía que hacerlo.
Cerré los ojos, mientras negaba con la cabeza. No sabía que decir. Xochilt se adelantó:
—En realidad, fue un impulso... No sé, debe de ser porque mi marido lleva mucho tiempo de viaje y...
—Eso tiene sentido —Murmure, sin estar segura de lo que decía. Sentía que el corazón me dolía y dirigí la vista a la mano izquierda de Xochilt, para encontrarme con el anillo de matrimonio.
—Perdoname, ¿podemos seguir siendo amigas?
Cerré los ojos con fuerza. ¿En realidad podría seguir siendo su amiga? Después de todo lo que me había provocado un simple beso, ¿era posible que solo quisiera su amistad?
Siempre había sido una persona que pensaba mucho sus decisiones antes de tomarlas, porque siempre temia equivocarme. Pero ese día, decidí arriesgarme porque deseaba saber si lo que había sentido había sido provocado por la adrenalina o realmente tenía sentimientos por Xochitl.
Me acerque a ella y me agache para poder besarla. Sentí como la respiración de Xochitl se cortó en el momento en que mis labios se tocaron con los suyos y note como la piel de sus brazos se erizo ante mi presencia. Puse mis manos sobre su espalda, tratando de abrazarla. Sentí como mi estómago se inundaba de mariposas hasta que, de repente, sentí su mano ardiente contra mi mejilla, provocando que me alejara de ella.
—¡Claudia!, ¿Cómo se te ocurre hacer eso aquí? ¡Soy una mujer CA-SA-DA! —Exploto Xochitl. Coloque mis manos contra mi mejilla, que se sentía adolorida por la cacheta que me había dado Xochitl. Sentí mis ojos llenarse de lágrimas y note como perdía fuerzas en mi cuerpo. Notaba a Xochitl muy grande, muy lejos de mi.
—Xochilt...
—¡Ni se te ocurra volver a hacer algo así, porque puedo contárselo a Andres Manuel López Obrador!
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Hola, perdonen la demora 😭 he estado un poco ocupada pero gracias por todo el apoyo ❤️❤️
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Tras la cuarta transformación (clauchitl)
FanfictionClaudia y Xochitl son candidatas a la presidencia de México y compiten a muerte por ganar las elecciones. Pero en un pasado, no todo esto fue asi. Ellas eran incluso amigas. Dime Xochitl, si tú y yo hubiésemos aceptado fundar nuestro propio partido...