13.- Vida matrimonial

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Aidán le pidió a una de las mujeres más honestas que conocía y que hacía funciones de servicio en el castillo que acudiera a su despacho.

     —Malen sabes que eres una persona importante en nuestro clan. Es por eso que te voy a asignar la función de doncella para mi esposa a partir de este día. Es menester que lo que te voy a confiar no se lo cuentes a ella o a su prima. Sé que eres una viuda respetable y que no se puede tachar tu rectitud en todos estos años.

     »Es importante que no te despegues en ningún momento de lady Bethany. Óyeme bien. Si te dice que no quiere que la acompañes. Tú la seguirás cautelosamente. Todo lo raro que veas que haga. Me lo vas a informar. También necesito saber con quién habla y si escuchas de que, es mejor. Esas serán tus únicas obligaciones. Voy a tener que abandonar la propiedad y necesito estar enterado por completo de lo que haga.

     —Muy bien milord. Entonces, en cuanto usted salga, ¿pretende que la espíe?

     —No. La quiero vigilada todo el tiempo.

     —No se preocupe, yo me encargo de hacer lo que necesita.

     —Que preparen el baño en mi habitación después de cenar. Pide que se lleve suficiente agua para dos personas.

     —Como guste mi laird.

     Aidán se encaminó al comedor y se encontró a su guerrera charlando amistosamente con Darren y Rowan su hombre de confianza. Mary también estaba ahí, pero se mantenía en segundo plano de la conversación. Contaron algo gracioso, ya que todos comenzaron a carcajearse. Su mujer tomó del brazo a su mejor amigo. Él confiaba en Rowan, pero no en su guerrera y menos sabiendo su procedencia. Se acercó hasta ellos y terminó la fiesta.

     Malen dio indicaciones a los mozos de la cocina, respecto a lo que solicitó el lord con la preparación de su baño. Se encontró con Freya.

     Terminó, explicándole que el laird había hablado con ella directamente, dándole instrucciones de ser la doncella de la inglesa. Le confió que le exigió que lo tenía que informar de todo lo que hiciera su esposa.

     Freya le pide que le cuente también. Le desnuda su alma y llora amargamente por el amor perdido de su amante.

     La doncella se compadece de Freya y se compromete a contarle cualquier cosa que le pueda servir para reconquistar al lord.

     En cuanto interviene Aidán en la charla de su esposa con sus amigos. Les pide que tomen sus asientos a la mesa para poder degustar la cena.

     Bethany se sienta al lado izquierdo de él. Rowan a su derecha. Denotando que era su hombre de confianza al sentarse en ese lugar.

     Al terminar la cena. Aidán coge del brazo a su esposa y se despide de sus amigos. Todos lo vitorean y hacen bromas jocosas.

     —¿A dónde me lleva milord?

     —A nuestros aposentos.

     Beth se dejó dirigir sin protestar. En cuanto ingresó al cuarto, le quiso cerrar la puerta en la cara a Dan. Él fue más rápido e interpuso su pie y mano, entre el marco y la madera. Abrió sin ningún problema.

     —¿Qué hace en mis habitaciones?

     —Son de los dos.

     —La costumbre de los nobles es que cada esposo tenga su alojamiento.

     —Eso depende de los gustos del aristócrata. Y este mi señora. No se encuentra dispuesto a dormir solo.

     Lo cierto era que Aidán nunca había pernoctado con sus compañeras de cama, pero esta era su esposa y estaba seguro de que su mujercita era igualita que Nala. Ya no le verían la cara de idiota.

COMPROMISO TORMENTOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora