Verdaderos sentimientos

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Amor... un sentimiento y al mismo tiempo un anhelo. Por su misma naturaleza, es una de esas sensaciones sobre las que los humanos han escrito incontable cantidad de libros y, aún así, ninguna definición es capaz de hacer justicia a lo que una persona enamorada siente. Una emoción tan fuerte que lleva a personas a buscar la luz más brillante por el ser amado, así como a hundirse en las más oscuras de las profundidades, pero, como es comúnmente sabido, el odio convive muy de cerca con el amor. Un odio inconmensurable puede ser remediado y reemplazado por el amor, pero lo mismo puede aplicarse al contrario, y el amor puede transmutar en un odio más amargo e intenso que cualquier veneno que exista.

Y en la misma ciudad, tres jóvenes que a su edad, solo tendrían que estar preocupándose por sus estudios y su vida social, se encontraban en silencio en sus respectivas habitaciones, con la mirada perdida, como si pudieran ver el basto cielo estrellado que había detrás del techo que tenían delante. Pensando sobre el vuelco que había dado su vida.

Amor, odio, deber, responsabilidad, compañerismo, amistad, propósito, sentido... Tantos conceptos abstractos que ni siquiera ellos eran capaz de entender en su totalidad por más vueltas que dieran en la cama y pensaran al respecto. Uno veía la hora, sólo para frustrarse de las horas que estaba desperdiciando sin dormir, el otro buscó a tientas por su cama sus auriculares, colocándoselos en las orejas para hacer más llevadero su aburrimiento, y la última dejaba caer su brazo al costado, de modo que pudiera ver su propia sangre resbalando por su brazo y cayendo en pequeñas y constantes gotas sobre el sucio suelo.

- ¿Por qué... tengo que hacer todo esto...? -Murmuró Chidori a la nada, no había nadie más en la habitación de aquel edificio destartalado, ni siquiera cortinas que eviten que la luz de luna entre de lleno en el cuarto.- Este lugar es asqueroso... este mundo es asqueroso... ¿Por qué tengo que seguir aquí...?

Murmuraba preguntas de las que ya sabía la respuesta. STREGA fue creado para que ellos pudieran vengarse... tomar su miseria y compartirla con el resto del mundo, pero, mientras que Takaya lo veía como algo bello y Jin se era el más colérico al respecto; para Chidori, incluso ese "objetivo" parecía superfluo. Ella sólo quería terminar con todo de una vez, pero sus compañeros la necesitaban hasta el final gracias a su persona... 

- Medea... ¿Por qué tenías que tener ese poder...? ¿Por qué tenías que existir...? Si no tuviera una persona, pude haber muerto tranquilamente hace mucho tiempo... -Suspiró, comenzando a sentirse mareada, llamando a su persona, la misma de la que había renegado, para que viniera a sanar su herida. Su muñeca aún tenía un aro de sangre alrededor, pero no había el menor rastro de un corte sobre su suave piel.- Supongo que es como Takaya dice, es todo obra del destino... La caída debe de llegar, y es por eso que nosotros estamos aquí, es por eso que...

Nos hicieron esto.

Chidori pocas veces pensaba en su pasado, tal y como sus compañeros le recomendaron, no valía la pena darle la satisfacción a los bastardos que jugaron con ellos, la satisfacción de seguir presentes, aunque fuera sólo en sus memorias, pero en noches de insomnio como esta, las preguntas se abarrotaban en la mente de la pelirroja, y se preguntaba... ¿Por qué?

¿Por qué tuve que ser yo?

¿No podía haber sido alguien más?

Esto es un fastidio, yo sólo quisiera... Morir.

- Junpei... Siempre está diciendo tonterías, siempre está saltando como si fuera un mocoso diciendo cosas sin sentido, seguro que su vida ha sido realmente cómoda... -Le desprestigió en voz baja y resentida.- Y el azul... siempre con una cara de sabelotodo, que engreído... Haciendo como que me entiende, ¿Cómo podría...?

Bastardos, no hagan cómo que les importo...

La amargura se acumulaba y se almacenaba en su garganta, produciéndole un dolor que la hace retorcer su rostro en una fea mueca, como la de una bruja malvada.

La novia de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora