Louis Tomlinson es un ex militar norteamericano, con ascendencia italiana, que llega sin un centavo a un Miami de los 80's para convertirse en uno de los más poderosos narcotraficantes de la época.
Con una ambición descarada, el chico hará todo con...
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Estaba fumando, mientras veía el atardecer desde la terraza de la bonita casa temporal, como el sol se ponía sobre el mar de Florida con las palmeras no hacían más que aumentar la belleza del lugar.
Harry se estiró como un gato en la tumbona, los lentes de sol cubrían sus ojos, tenía mucho tiempo para pensar en los últimos acontecimientos en su vida.
Su vida había cambiado drásticamente, otra vez. Hace unas semanas era un hombre casado y preso de un matrimonio arreglado con un alfa que no amaba.
Louis le preguntaba todo el tiempo por cada uno sus deseos, para poder cumplírselos al pie de la letra. Nunca le decía que no y lo complacía en lo más mínimo, resolvía lo que le incomodar a, o hasta cancelaría sus reuniones, para poder acompañarlo en sus salidas, nunca le decía que no, y siempre tendría tiempo para él.
A pesar de que Harry sabía de qué era un hombre muy ocupado como su ex marido, y tenía muchos negocios ilícitos que manejar.
Desde una bonita casa de playa con vistas al mar de Florida, hasta un precioso auto rosa, Louis se había asegurado de hacer todo lo que estuviera en sus manos para que estuviera cómodo. Al parecer creía que era un niñato con gustos caros y lujos al que debía complacer para atrapar, lo cual era cierto. Pero Harry disfrutaba más de su compañía y de su tiempo, cuando el alfa lo iba a visitar a la casa que le había comprado en la que habitaba, solo le había puesto muchos guardaespaldas para cuidarlo y respetaba su privacidad. E incluso parecía que estaba cortejándolo por la manera en la que siempre, le enviaba regalos, o lo iba a recoger para sacarlo a citas románticas, a la orilla del mar, mientras lo observaba revolotear en el agua, en el muelle para ver el atardecer juntos.
Lo llevaba a los clubs que estaba acostumbrado a visitar, iban juntos a fiestas, a las que solo habría soñado con asistir cuando era joven y universitario, bueno técnicamente aún era joven, pero una vez casado, todo aquello se había acabado. Ahora se dedicaban a ir a bailar a los diferentes clubs en California, a probar los distintos licores y demás placeres mundanos que ofrecía la vida.
Otra cosa que a veces lograba desconcertarlo, era que cuando Louis tenía que tratar temas de su negocio, no era tan reservado como su ex marido, no ocultaba sus intenciones, hacía ciertas reuniones en su presencia, acordando con sus proveedores, y mencionando sus cuentas delante suyo, como si no temiera que Harry lo traicionara.
Jamás lo hacía de lado, cuando tenía las visitas de alguien importante, ni jamás lo miraría como si fuera un accesorio más a su lado, pero en cambio veía la manera en la que lo observaba, no como una joya o un lujo que pudiera adquirir, sino que Louis lo miraba como si fuera lo más bello que hubieran visto sus ojos, la persona más bella, hermosa y perfecta que existiera en la tierra.
Harry veía que Louis podía darle el mundo, pero Louis lo miraba, como si él fuera su jodido mundo. Como una estrella que giraba alrededor de la Tierra, no la Tierra alrededor de él.
