Louis Tomlinson es un ex militar norteamericano, con ascendencia italiana, que llega sin un centavo a un Miami de los 80's para convertirse en uno de los más poderosos narcotraficantes de la época.
Con una ambición descarada, el chico hará todo con...
Capitulo fuerte, les pido tener la mente abierta, aún no es el final, pero solo queda un cap más.
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Estaban siguiendo al político por las calles de Nueva York como le encomendaron.
El hombre era un tipo común sin nada más extraordinario, que una vida de casado con esposa e hijos y el único pecado que había cometido era relatar la cruda verdad del tráfico en su país. Ahora, el político boliviano se alistaba para declarar frente a las Naciones Unidas lo que había descubierto en su investigación, donde señalaba no solo al socio de Louis, Hugo Sosa, sino también a conocidos políticos de su país.
Louis Y Michael trasladaban a Alberto, el peligroso sicario detrás de su objetivo. Hace tres días estaban vigilando todos los pasos de Uribe, después el matón puso una bomba debajo de su coche. Solo debían esperar el momento exacto para acercarse y detonar el artefacto.
—Dile a Sheffil que no meta la cabeza en esto. —Gruñó Louis al teléfono, se encontraba hablando con Ashton. —No va a haber ningún puto juicio, tengo todobajo control. —Espetó. —Solo dile que no se meta, chico.
Con este trabajo para Sosa, no necesitaría de un juicio. Su amigo le y socio le echaría una mano.
Siguió charlando con Ash.
—Y bien, dime qué más pasó. ¿Harry llamó? —Preguntó rápidamente.
Su precioso chico de Baltimore se había ido de la casa luego del incidente en el restaurante.
Tras su pelea, el omega no había dudado un segundo, en empacar sus cosas e irse de la casa. Louis lo entendía perfectamente, la había liado.
Pero mantenía la esperanza de que Harry llamaría o al menos le dijera en dónde estaba, Louis se preocupaba por él, quería saber que estaba bien, eso es todo. Demonios, él lo amaba, había sido idiota y un bruto. Solo pedía una última oportunidad.
Así que no quedaba más por hacer, que darle su espacio. Harry volvería si quería y el lo esperaría el tiempo que fuera necesario.
—De acuerdo. —Colgó el teléfono, desesperanza do, cuando su amigo le dijo que Harry no llamó.
Volvió al auto.
—¿Está todo bien Louis? —Preguntó Michael.
—Todo está bien. —tranquilizó. —¿Qué hora es?
—Faltan 10 minutos. —Quedaba algo de tiempo. —Está bien, llamaré a Liam. —Iba a bajarse de nuevo. Pero el hombre de Sosa se adelantó.
—Ahí está. —Dijo en español. —Cállate. Has silencio —Pidió a Louis.
