Louis Tomlinson es un ex militar norteamericano, con ascendencia italiana, que llega sin un centavo a un Miami de los 80's para convertirse en uno de los más poderosos narcotraficantes de la época.
Con una ambición descarada, el chico hará todo con...
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Se el único que tome mi alma y la deshaga. Se el único que me lleve a casa y me muestre el sol.
Hometown
❣❣❣
Está bien, esto era mejor de lo que podía imaginar.
Iba a volver a ver a Harry.
Llevaban ya tres meses trabajando para Benjamín Watts, siendo diligentes y haciéndole los mandados, resolviendo un poco de trabajo y atando los cabos sucios para él.
Y diciéndole todo lo que quería oír. Que tenía más que ganada su lealtad y la de Liam.
Somos sus hombres, Benjamín.
En ese poco tiempo Louis ya había conseguido escalar hasta ser uno de sus pocos hombres de confianza del beta, solo superado por el tal Omar Méndez.
Detestaba a ese sucio beta al igual que a sus ínfulas de grandeza desmedida. Más no podía hacer nada, Watts confiaba en él y silencio los pastores.
Se dirigió a la casa en Beverly Hills, su ahora jefe le había pedido que se haga cargo de su Omega.
Así como sin nada.
A Watts le jodía tener que ir el mismo por su marido y prefería quedarse en el campo de golf, jugando y viéndole el culo a los otros omegas empleados del lugar, y a los hijos de sus socios.
Lo que me recordó que Harry mismo podría tener la edad para ser hijo y no esposo del magnate.
Así que aquí entraba Louis. Sería la oportunidad perfecta para pasar un tiempo a solas con Harry, y observar esos bellos rizos de cerca otra vez.
No había visto su carita hermosa después de dos jodidas semanas, debido al viaje que había tenido que hacer hasta Boston para cumplir un encargo y dejar programado el trato sobre una pasta que enviaban Watts para ser distribuida en las calles. Querían ampliar el negocio.
Así que allí estaba. Se estacionaron delante de la elegante mansión blanca.
Se sentía ansioso siempre al estar en la presencia del joven Omega, quién le llenaba el pecho de una expectación por verlo y su jodido alfa se mostraba para salir, territorial y posesivo.
Las puertas se abrieron y apareció el Omega de la casa.
Vestido de un conjunto blanco y un bello sombrero amarillo que a cualquiera le hubiera quedado ridículo, pero en él simplemente se veía fantástico, enmarcando esos salvajes rizos castaños.
Unas oscuras gafas negras cubrían los maravillosos ojos verdes, pero los labios rojos y llenos estaban brillando al sol y mostrándose apetecibles como siempre.
—Ya era hora. —Farfulló Liam por lo bajo, Louis le dio un golpe discreto por debajo de las costillas.
Harry se quedó de pie expectante por su respuesta, al porqué estaban allí.
