Louis Tomlinson es un ex militar norteamericano, con ascendencia italiana, que llega sin un centavo a un Miami de los 80's para convertirse en uno de los más poderosos narcotraficantes de la época.
Con una ambición descarada, el chico hará todo con...
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Encontrar un lugar para guardar su dinero estaba siendo un problema difícil, todos los bancos querían un interés de al menos el 10 % de su dinero.
Un jodido robo, a mano armada, en opinión de Louis.
Y lo era.
Pero simplemente no podía almacenar diez millones de dólares como sin nada en su casa, sus socios estaban inquietos.
Pateó una vez más debajo del agua, luego encendió el televisor.
Jodidos días.
Por otro lado su vida personal tampoco pasaba por buenos momentos, cada vez más, Harry hallaba el modo de reclamarle cosas que no tenía al alcance de sus manos.
¿Por qué no puedes estar en casa para la cena?
¿Por qué no podemos salir al club?
¿Por qué solo tengo dos tarjetas?
¿Por que debo tener guardaespaldas hasta en el baño?
¿Por qué...?
A Louis le dolía la cabeza de solo recordar todos los cuestionamentos que salían de la cabecita de su rizado esposo.
¿Quién dijo que la vida de casado era fácil?
Al parecer solo él.
Louis estaba más irritado que de costumbre, siempre había un problema que resolver, una entrega fallida, una mora en los pagos, un muerto, etc. Liam lo apoyaba como podía, pero debía ser Louis, el que resolviera por si solo, sino no merecía llamarse el jefe.
El alfa suspiró cambiando de canal. Estaba recostado desnudo, en el enorme jacuzzi que había mandado a construir en medio de su habitación personal. Porque sí, su esposo y él tenían habitaciones separadas y una para que compartir, a petición de este último.
Según su omega, a veces necesitaba su espacio personal.
¿Qué más espacio personal qué dejarlo solo todo el día y apenas visitarlo por las noches?
Encima, el insensato de Harry, apenas y quería tener sexo. Diciendo que estaba cansado, que le dolía la cabeza y más excusas baratas qué se inventan los omegas cuándo no quieren acostarse con sus feos y gordos esposos.
Louis no era feo.
Algo más le pasaba a su rizado para poner peros estúpidos cuando quería hacerle el amor. Harry se rehusaba como si guardará el tesoro del banco entre sus piernas.
También era la persona más caprichosa que había conocido en su vida, bien dicen que la belleza no lo es todo, pero ese niño idiota, era el omega que se merecía, el chiquillo más encantador y bonito que pudieras conocer en la vida. Que sin embargo era tan engreído y voluble, retando a Louis a la más mínima oportunidad, que este a veces tenía ganas de castigarlo hasta que pidiera disculpas.
