Louis Tomlinson es un ex militar norteamericano, con ascendencia italiana, que llega sin un centavo a un Miami de los 80's para convertirse en uno de los más poderosos narcotraficantes de la época.
Con una ambición descarada, el chico hará todo con...
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No has venido a visitarme. —Zayn hizo una leve mueca. —Bueno no con la suficiente frecuencia, como solías hacer antes. —Añadió.
Y era verdad Louis se presentaba cada semana en su casa, le decía para salir a algún lugar y le llevaba regalos. Nunca se presentaba con las manos vacías.
—Ahora estoy aquí. —Se quejó el alfa, disgustado. Zayn le sonrió al subirse al bello auto plateado que había adquirido recientemente su hermano. Otro coche los seguía lentamente. Louis siempre estaba rodeado por sus más fieles guardias. Sus amigos de confianza. En sus negocios como los llamaba él, no podía permitirse la licencia de salir sin escoltas.
Observó a Liam conduciendo el coche detrás de ellos. E inocente dijo las siguientes palabras.
—¿Cómo está Liam? —Louis siguió concentrado en el camino. Tú amigo es lindo, se comportó amable la última vez que lo vi. —Dijo refiriéndose a aquella vez en el Babylon, dónde lo había ayudado.
—¿Crees que pueda tener alguna oportunidad...?
No pudo terminar su pregunta, cuando rápidamente pudo ver cómo se le le deformaba la cara del disgusto a su hermano mayor.
—¿De qué rayos hablas?
—Solo preguntaba, si...
Zayn ni siquiera tuvo tiempo de terminar, Louis apretó el volante.
—Tú no puedes ver a ninguno de mis amigos. ¿Entiendes? Ni a otros hombres. Debes enfocarte en trabajar, estudiar y en ser alguien mejor. —Louis habló seriamente. —Y no quiero que estés involucrado en la misma mierda que yo, porque sabes muy bien a lo que me dedico, si tienes dos dedos de frente. Crees que es lindo, pero es jodido y tú ahora, tienes todas las oportunidades, las herramientas, el dinero y el suficiente talento, para hacer que esto funcione.
Y tú hermano que hará lo que sea por protegerte así sea de él mismo. Quiso decir, pero se calló esto último.
—No quise...
—Escúchame bien. —Louis tomó la mandíbula del menor para recalcar. —No quiero que te acerques a ningún tipo como yo, Zayn, a ninguno de mis amigos, porque juro sé que, si te veo alguna vez cerca uno de ellos, me vas a conocer. —Advirtió.
—Basta Louis. —Pidió tratando de sonreír nervioso, el chico empujó la mano ajena de su rostro. —Solo era una pregunta.
—Y solo te estoy diciendo lo que pasará hermanito. —Louis estacionó el auto en el bonito café elegido para ese día.
