Capítulo 18

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Brazalete

Y eso fue lo que pasó —tragó saliva. —Sé que es una completa estupidez de mi parte... Di algo por favor.

—¿Te gustan... en verdad te gustan? —preguntó.

Sí, sí me gustan. Cada vez que estoy cerca de los dos, siento que son parte de mí. En verdad daría todo por ellos.

—Está bien, entonces. Si ellos te gustan, está bien.

—¿Qué crees que digan las personas?

—No tiene que importarte lo que las personas piensen de ti, ellos son como un cero a la izquierda.

Pero dirán... dirán que no es normal tener dos omegas. ¿Y si alguien los lastima por eso?

Sabía que Adhara estaba asustada.

—Nadie le hará daño a tus omegas, Adhara. Tienes que calmarte. Además, no creo que nadie sea tan estúpido como para lastimar a un omega que te tiene como alfa, das miedo cuando te enojas ¿sabes?

Ella logró reír.

No doy miedo. —siseó.

—Sí, sí das miedo.

Como sea —suspiró, —mis padres van a matarme cuando les diga lo que he hecho... tú quieres matarme, lo sé.

—Admito que, quiero golpearte. ¡Por fin eres la alfa de SeokJin! Vaya, creí que eso nunca pasaría.

—¿Cómo… dices?

—Sí. Todos sabíamos que tarde o temprano ibas a enlazarte con SeokJin. ¿Acaso nunca notaste las miradas que te echaba?

No...

—Adhara, Adhy. Eres una alfa muy... muy… ¿cómo se dice?

—¿Idiota?

—No… pero dejémoslo así.

TaeHyung no sabía cuánto tiempo tenía hablando con Adhara, el tiempo se le había ido. Adhara le contó todo a TaeHyung, obviamente omitiendo algunas partes que sucedieron.

Escuchó como Adhara suspiraba.

Ellos acaban de despertar, seguramente ya vieron la marca.

—Oh...

¿Oh? —dice, confundida. —Supongo que ahora se viene lo peor.

—Todo estará bien, Adhara. Solo habla con ellos y… ya.

Es fácil decirlo, pero hacerlo...

Iba a decir algo más, pero JungKook comenzó a besarlo del cuello y después lo mordió. Se estremeció con los besos que JungKook le estaba dando en su cuello.

—... Basta. —susurró, únicamente para que JungKook escuchara.

No se detuvo.

—Todo... estará... bien —su cuerpo se estremeció, —no hagas eso.

JungKook lo miró desafiante, tenía una maldita sonrisa en la cara y sus ojos verdes estaban brillosos. Aún seguía teniendo una capa de sudor y su cabello estaba hecho un completó desastre.

¿Estás bien? —preguntó, —suenas cansado. —Adhara chasqueó la lengua.

—S-sí, muy bien... fantástico— el alfa deslizó su mano dentro del pantalón de TaeHyung, —realmente estoy muy excelente. ¡Agh...!

No, ya en serio, ¿estás bien?

—¡Sí!

—Cuelga ya, Tae.

El secreto de tu aroma | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora