Capítulo 8

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Manzana con cereza.

Manzana con cereza.

¿Por qué no hay un aroma mucho mejor?

Lo hay. Solo tienes que salir de aquí, subir al auto e ir hasta la empresa y posteriormente a la oficina de TaeHyung.

No me apetece verlo ahora.

¿Por qué?

Cerró sus ojos.

Bueno, si nos ve con ella, tampoco va a querer vernos.

Suspiró.

No le estaba tomando mucha importancia a la persona que tenía enfrente. No tenía ni idea de lo que estaba hablando, solo la veía mover la boca y hacer varias caras raras. Podía ver como ella se acercaba a la mesa, solo para que le viera su escote, pero él simplemente desviaba su mirada.

Tenía alrededor de una hora con Miyeon. De hecho, fue pura casualidad de que se encontraran. JungKook había ido a comprar su desayuno y su vieja amiga estaba en la misma tienda, decidieron ir a tomar un café. Pero a JungKook ya le estaba aburriendo estar con ella.

Miyeon ya no era la misma de antes, ahora era muy extrovertida, habladora y se quejaban de todo. Antes era diferente, callada, muy tímida, usaba unos lentes cuadrados, pero ahora tenía unos de contacto. JungKook se sorprendía al ver como las personas siempre cambiaban.

Cereza con manzana.

El aroma de Miyeon le estaba picando en la nariz.

¡Hay que irnos!

El café que había pedido estaba intacto, solo le había tomado un trago exageradamente pequeño, casi como no queriendo.

¡Vamos con TaeHyung!

TaeHyung. TaeHyung. TaeHyung.

Estaba algo enojado con él.

¡Vamos! No era para nada lindo dormir con alguien, y que la mañana siguiente ya no esté. Realmente estaba muy decepcionado con TaeHyung. Había imaginado despertar con el omega a su lado, levantarse e ir a preparar el desayuno para ambos, que TaeHyung se pusiera una de sus camisas grandes y que ambos se fueran directo a la empresa.

Lastima que nada de eso pasó.

Fue horrible despertar una vez más solo, con la cama fría.

Su alfa chilló mucho, más bien tanto su alfa como él chillaron.

—... y EunWoo hará una fiesta esta noche. Podríamos ir los dos. —fijó su mirada en Miyeon, quien tenía una gran sonrisa. Su vestido rojo descontado dejaba ver más allá de la imaginación, era pegado y vaya que le hacía una gran figura. Cualquier alfa diría que es linda. —¿Si te dejan salir?

¡No! ¡Dile que no puedes ir!

¿Por qué no podría ir?

¡TaeHyung! ¡Le diste un pin de cortejo!

Pero aún no acepta.

No cometas una estupidez.

—Podría ver si tengo la noche libre. —no sabía lo que estaba diciendo.

¿Era correcto ir a una fiesta con su amiga, la cual no paraba de coquetearle? No, no lo era.

Y si JungKook iba a esa fiesta... Habría un omega de ojos azules que quizá rechazaría su cortejo.

—¡Genial! —exclamó —le avisaré a todos que irás.

—¿A todos?

—Si, con los que hablábamos en la universidad, ya sabes, los del aula y eso. —su emoción si que era mucha. —Quizá veas a tus ex admiradoras.

El secreto de tu aroma | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora