Cadena
Sintió un espasmo o dos, o tres.
Tenía su cabeza hundida en la almohada que tenía el aroma de su alfa. Estaba húmeda por el sudor que recorría su frente y caía por los mechones pequeños de su fleco. Jadeaba por la falta de agua, tenía su garganta seca e irritada por tanto gemir y la verdad es que no podía dejar de hacerlo, no con su alfa comiéndole el trasero.
Se empujaba hacia atrás, para poder sentirlo mucho mejor. Era su fin.
No recuerda muy bien como fue que terminaron así, quizá se debía a que él se levantó mucho más temprano y se subió al regazo del alfa, para despertarlo con un beso. Claro que él no pretendía acabar así, pero no podía negar que no le gustaba.
Escuchaba los sonidos obscenos que el alfa dejaba salir de su boca, era sonidos fuertes y roncos.
JungKook no dejaba de deleitarse con el sabor que tenía el lubricante del omega. Apretaba el trasero de TaeHyung hasta dejarlo completamente rojo, en una ocasión dejó caer su mano en uno de los glúteos del omega, haciendo que el sonido de la nalgada hiciera eco en toda la habitación.
Sintió ardor en su trasero, era porque, JungKook lo había mordido en ambas nalgas. Literalmente, dejó todos sus dientes marcados, incluso se podía ver una que otra gota de sangre. Parecía una marca, pero no lo era.
-No... pares -empujó más su trasero en la cara del alfa, -Sí, sí. Así ¡Ah!
Volvió a recibir una nalgada.
Le encantaba eso.
-Me voy... a correr si haces... eso de nuevo -JungKook había hecho una cosa rara con su lengua, pero al parecer a TaeHyung le había gustado eso.
Su cadera fue tomada por las grandes manos de su alfa, lo tomó tan fuerte que seguramente iba a dejar muchas, muchas marcas en la piel blanquecina del omega. Hizo esto de poner el trasero de TaeHyung en lo alto y que este hundiera su cara de nuevo en la almohada que tenía.
Y sin más, dejó hundir uno de sus dedos en el interior de TaeHyung. Aún era estrecho y cálido, las paredes de TaeHyung se apretaban en su dedo y se sentía bien, húmedo y suave.
No tardó mucho para que TaeHyung dejara salir esos suaves sonidos que a JungKook tanto le gustaban, era una suave melodía que no se cansaría de escuchar. Aumentó los movimientos de sus dedos, tocando cada vez más el punto dulce de TaeHyung. Y cuando metió un segundo dedo fue mejor para TaeHyung, pero lo fue aún más cuando JungKook metió el tercero.
JungKook acabaría con TaeHyung.
-Dime si te gusta -le faltaba el aire, su pecho subía y bajaba, -quiero escucharte decir cuánto te gusta.
-S-sí... -no encontró su voz. Por más que pasaba saliva, seguía sintiendo su garganta seca e irritada, -Me gusta... mucho. ¡Alfa!
Arqueó su espalda cuando JungKook volvió a tocar su punto dulce y sensible. Apretó las sábanas, haciendo sus manos en puños.
-Ya, ya... te quiero a ti. -apretó sus dientes. -Ahora.
Pero no le hizo caso, JungKook siguió moviendo sus dedos, lento y casi desesperante para TaeHyung.
Pequeñas lágrimas recorrían las mejillas de TaeHyung, sollozaba de placer porque ya quería sentir a su alfa, ya le había sido suficiente con los dedos. A pesar de que no estaba recibiendo lo que quería, gozaba de los dedos de JungKook, eran grandes y en cada estocada sentía su punto dulce.
-Solo un poco más, omega. Un poco más.
Su miembro palpitaba y dolía, no aguantaba las ganas que tenía por enterrarse en TaeHyung. Lo iba a tomar fuerte y duro.
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El secreto de tu aroma | kooktae
FanfictionCuando él se enoja, su aroma es de café. Cuando está triste, su aroma es limón. Cuando está feliz, su aroma es de vainilla con chocolate. Cuando está en celo, su aroma es de fresas. Un omega que cambia de aroma según su estado de ánimo. Nadie ha log...