Los 7 experimentos exitosos (Vol. 1)

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟑𝟗

❏ 𝑹𝒆𝒖𝒏𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒂𝒔

---Hola, sobrina ---habló un hombre parado detrás de Alexa mientras ella espera en la fila para poder ordenar la comida de su equipo, pero ella lo ignoró---. ¿Cómo estás? ¿Cómo están todos? --preguntó usando un tono amigable y cariñoso.

---Bien ---respondió ella al reconocer su voz y usando el mismo tono que él---. Todos están bien. ¿Y tú, tio? ¿Cómo están mis primos? ---preguntó ella sin mirarlo.

---Yo, estoy bien y ellos también ---contestó él---. Los extrañan ---agregó después de unos segundos de silencio entre ambos---. Siempre me lo están repitiendo ---añadió con un leve tono de fastidio en su voz---. No saben que somos familia, sólo dicen que quisieran verlos de nuevo y que no debí haber experimentado con Nadia y Novalee, pero...

---Pero era necesario ---terminó ella por él---. Era necesario por el bien del universo ---repitió ella recordando unas palabras que él le había dedicado en el pasado, por lo que él sólo asintió---. Vanessa me dijo que has experimentado con ellos, ¿es cierto? ---demandó con molestia en su tono.

---Sí ---contestó haciendo que ella sólo piense en una sola cosa: ¿No aprendió nada de nosotros? Y, tal parece, no lo hizo---. Pero es necesario ---continuó él expresando su argumento.

Claro, siempre lo es. Pensó ella con sarcasmo.

---No saben que tienen poderes igual que ustedes, así que experimento con ellos para que salgan lo más rápido posible y se puedan acostumbrar a ellos antes de que sea demasiado tarde ---confesó con seriedad, pero sin dejar de usar ese tono dulce en su voz, después de todo, ella era su experimento estrella: A-6.

---Esos experimentos duelen, Henrik ---replicó girándose para mirarlo directamente a los ojos con seriedad  y molestia en ellos---. Nos pidieron ayuda para detenerte y vi los expedientes que tienen ellos cuatro, ella no sólo espera que te enviemos a la cárcel sino también espera que te matemos ---informó ella con una amenaza notable en su expresión---. Esperan que yo te mate ---agregó sentenciándolo casi a muerte---. Diles la verdad, porque no voy a matarte teniendo a mis abuelos vivos y créeme que no quieres que a ellos también los mate ---advirtió sabiendo que en cuanto acabe con aquella pareja, acabará con él por todo lo que les hizo padecer en su infancia, perdiéndola por completo.

---Bien, les diré ---aceptó tranquilizándola un poco---. Pero cumple con la misión que te pidieron, trata de detenerme para que tu equipo no sospeche de nada, ¿sí, pequeña? ---sugirió sin tener en cuenta que ella ya lo tenía contemplado desde hace un tiempo.

---Bien ---afirmó, provocándole una sonrisa al hombre y pasando sus dedos por su mejilla para acariciarla un poco, demostrándole el cariño que le tiene a pesar de haber asesinado a su amado hermano menor---. Pero no me digas pequeña ---interrumpió ella haciendo que su caricia se detenga, su sonrisa se borre y frunza el entrecejo con duda de la razón por la negativa que ella le acaba de presentar---, sólo mi padre puede llamarme así ---decretó con seriedad haciendo que baje su mano confundido.

---Pero tu padre...

---No me refiero al biológico ---lo interrumpió explicandole a la persona a quien se refiere, sobretodo recordando que el de sangre está muerto---; me refiero al único que he tenido todo este tiempo, que me ha ayudado y consolado cuando más lo he necesitado ---expresó con una dura expresión mientras pequeñas lágrimas se le acumulan en los ojos.

---Omar ---concluyó el adulto frente a ella.

Alexa sólo asintió, eso hizo que se sintiera triste porque siempre deseó que ella lo amara como un padre, pero el que se lo expresara de esa forma sólo le hizo sentir que no cumplió con la promesa que le hizo a su concuñado: cuidarlos como si fueran sus propios hijos, sobretodo a Alexa, porque Ania ---su madre--- ya la había hecho sufrir por el juramento de sangre que la había obligado a hacer, tratando de que no le fuera una carga.