❏ 𝑳𝒂 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆, 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒍𝒐 𝒉𝒂 𝒔𝒊𝒅𝒐
Alexa Cranger
Para muchos la hora del receso significan distintas cosas. Y existen unos ejemplos muy claros que ocurren entre los pasillos de éste instituto:
Primero están los Bullys. Para ellos el descanso es su "hora de jugar", que se traduce como una "cacería" de nerds.
Luego están los mismos nerds. Para ellos implica correr o "morir", que significa "corre para salvarte" o "soporta a los Bullys y lo que te hagan".
Después están los deportistas. Para ellos existen dos posibilidades: entrenar o molestar a los nerds junto a los Bullys. Aunque la más probable es el entrenamiento.
Y por último están las porristas. Su frase favorita y más significativa "hora de ser reinas"; y es que todas ellas tienen a toda la escuela a sus pies, ya sea porque quieren ser como ellas y tener su "sensualidad" (aunque yo no la consideraría así); o ser, básicamente, ellas.
Aunque tampoco puedo faltar yo. El descanso para mí, en sí, no significa demasiado, solo hacer algo que realizó en mi casa todos los días: ver a mi equipo.
-Que linda niña; oye, vamos a mi casa y enseño un poco de anatomía -me dijo un chico mientras camina a mi lado en dirección contraria.
Claro, este tipo de cosas no pueden faltar. Es la segunda vez en el día que pasa, así que fue un poco inevitable el hecho de que Omar apareciera por el otro pasillo que conecta con este y lo acorralara contra los casilleros para amenazarlo.
-Si vuelvo a escuchar que abriste tu maldita boca, te la coseré, ¿quedó claro? -pronunció apretando la mandíbula y estando a escasos centimetros de su cara, tratando de contener su poder e ira.
-Graham, ven, vámonos -ordené jalándolo con gentileza y usando un tono suave y cariñoso que siempre lo convence. Por lo que, al aceptar, me rodeo los hombros con su brazo mientras nos marchamos. Aunque sé que no le ha quitado la mirada de encima al chico.
Al momento de llegar a la cafetería fuimos de inmediato a la fila para poder pedir mi amado café cargado.
--Tienes que controlarte, Grey --le pedí recibiendo mi café y pagándolo--. Gracias --pronuncie en dirección al hombre que me atendió.
--Bueno, pues perdón por tratar de cuidar a mi hermana de todos los slemmig de la escuela --murmura con la cabeza gacha y usando sarcasmo.
--No me refiero a que no me cuides --empecé a hablar para alentarlo y hacer que se relaje.
Aunque, en realidad, no debería hacerlo porque sé cuidarme yo sola. Y él y todo el equipo lo sabe a la perfección.
--Me refiero a que trates de no matar a cada chico que me diga cosas como esas --razone con él recalcando el "No".
--Okey --asintió haciendo que esperara su respuesta definitiva, lo que le indico que prosiguiera--. Bien, trataré de no matar a media escuela --aceptó al final sacándome una sonrisa.
--Gracias, Grey --digo dándole un beso en la mejilla mientras él se agacha para recibirlo--. Me tengo que ir, ¿de acuerdo? Tengo que hablar con las chicas.
--De cuerdo --habló mirándome finalmente, haciendo que extrañe ver el café antinatural de sus ojos, pues ahora son de un color casi negro--. Ya no deberías de pintarte el cabello, me gusta cómo se te ve estando rojo --comentó tomando un pequeño mechón y dándole un leve tirón para que se estire, aunque revelando de una forma muy leve el color de mi cabello; un rojo sobrenatural que adquirí gracias a la vida que llevábamos antes.
Lo bueno, logré sacarnos de ahí para que pudiéramos tener una mejor vida y más normal a la que estábamos acostumbrados.
--Ya me voy --sabía que quería alargar mi breve presencia a su lado, pero tenía cosas urgentes que hacer como para seguir platicando con mi hermano.
Además, quería evitar el tema gracias a los malos recuerdos que me traen este tipo de pequeños detalles.
--Oye --me volvió a llamar mientras me tomaba de la mano para evitar que me fuera por completo y sólo me aleje unos cortos pasos.
No es que no quiera a mi hermano, lo amo. Pero debe recordar que yo tengo mucho menos tiempo libre a comparación con ellos. Antes, gracias a esto, descansaba muy rara vez; y, al final del año, terminaba tan cansada que mi equipo tenía que hacer los deberes de fin de año.
--Después de clases hay que hablar --indico acercándome a él de nuevo, provocando que choque levemente contra su pecho gracias a la fuerza aplicada--. Lo siento --susurró solo para que yo lo escuchara.
La ventaja de mis reflejos es que pude alejar el vaso lleno de café caliente para no mancharle el uniforme que debíamos llevar. No me quejo, para ser una escuela pública no está nada mal sus instalaciones y los maestros, al igual que las restricciones; muy útil sabiendo toda la hormona que hay en estos edificios por los adolescentes que estudian aquí. Es mas, estoy acostumbrada a que siempre llevemos un tipo de ropa especifico, así que no me molesta el uniforme de la escuela en absoluto.
Además de que, he de admitir, ninguno de nosotros nos vemos mal con el uniforme.
--No te preocupes --asentí para mirarlo a los ojos--. Pero ¿de qué tenemos que hablar? --dudé para que siga hablando.
--Tu sabes de qué --señaló haciendo que yo dude y que empiece a buscar entre todas nuestras conversaciones algún tema pendiente por aclarar, pero encontré muchos.
Muchas veces el cómo hablan no ayuda en mi trabajo como líder.
--No, no sé porque hay muchas cosas que debemos aclarar y hablar --respondí haciendo que el asienta ante mis palabras.
--Tja, i princip, min vackra, trogna och roliga syster, från vår revansch mot laget --pronuncio en Sueco, el idioma que más nos gusta hablar.
<<Bueno, básicamente, mi hermosa, fiel y divertida hermana, de nuestra venganza contra el equipo>>.
Me dio una vuelta ya que no había soltado mi mano en ningún momento, pero provocando una pequeña risa de mi parte por sus palabras. Esa acción siempre me da risa, lo que provoca que quien me la haga siempre vea una sonrisa en sus rostros por lograr hacerme reír.
Y sé con exactitud el por qué lo hacen: porque desde hace muchos años no me han visto ni oído reír de forma genuina.
--Du kommer att berätta det för mig när du går eftersom jag måste gå och prata med tjejerna för att organisera dig med litteraturprojektet --hablé para separarme y empezar a caminar para alejarme de él e ir a reunirme con el grupo objetivo--, Så Hej då.
--Hejdå --lo escuché exclamar mientras me alejo por la gran habitación que hay como comedor.
Él sabe que puedo verlo, así que sabe que ya lo vi sonreír mientras me voy. Mi hermano a veces es muy exagerado, pero ¿qué hermano mayor no lo es cuando quiere proteger a su hermana menor?
Los amo como no tienen idea.
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Los 7 experimentos exitosos (Vol. 1)
Ciencia FicciónPrimero eres un niño normal, sin problemas, confías en tus padres, quieres a tus hermanos, visitas a tus abuelos, haces amigos. Después todo eso que tenías se derrumba en un segundo, tienes traumas, problemas enormes que resolver, tus padres están m...