el destino

capitulo 33

Pasaron aproximadamente cuatro meses desde lo ocurrido, las cosas en la manada no estaban bien y cada vez iban empeorando.

Ahora en este momento estamos en invierno y en nuestra zona pasamos un invierno frio, duro y desolado, los recursos no fueron muy bien manejados por el alfa y su beta lo que ocasionó muchos conflictos, cada vez los suministros eran menos, las personas no podían seguir viviendo injustamente, y tratando de sobrevivir así que las personas que lograban tener recursos suficientes decidieron dejar a la manada, quienes en donde habían pasado la mayor parte de sus vidas, una de esas personas era sara, su hermano y padres, decidieron irse ya que sus padres querian una mejor vida para ella y su pequeño hermano.

la despedida fue cruel y dolorosa una amiga que me apoyaba en todo, con la que compartí momentos se termino yendo, paso un tiempo desde ese suceso y trate de mantenerme fuerte hasta que los ancianos de la manada discutieron diciendo que Liam y yo no éramos lo suficientemente grandes, maduros, y responsables para manejar a la manada y mucho menos pedir un duelo al alfa y salir ganando, la abuela nos trato de apoyar sabia que habíamos entrenado muy duro y planeado estrategias juntos, pero esto no era suficiente para ellos necesitaban mas tiempo.

Lo que ocasionó que Liam pasará más tiempo entrenado y fortaleciendo sus habilidades yo también hice lo mismo pero todo era tan estresante, nuestro entrenamiento se volvió mucho más duro y pesado, Liam se volvió mucho más musculoso con un cuerpo tan bien definido por sus duros entrenamientos mientras que yo me volví fuerte pero baje de peso y eso me volvía loca, me siento tan insegura y vulnerable, la relación con Liam cambio ya que me sentía tan mal respecto a mi físico que cambio tan drásticamente que no dejo que el me toque, me oculto todo el tiempo de el y eso me agota mentalmente el intento de todo para volver a acercarse a mi pero yo solo sigo lastimando lo.

Me levanté temprano de la costumbre por el entrenamiento pero decidí ausentarme por qué no me sentía bien necesito despejar mi mente para sentirme mejor, me levanté como pude de la cama, me puse una camiseta gris con cuello de tortuga, y un pantalón negro ancho, con unos borcegos de color blancos, baje y camine hacia la cocina y decidí prepararme el desayuno hice un chocolate caliente Con unas tostadas y mermelada, también prepare un poco para la abuela y subi a su habitación me quedé parada en frente de su puerta y decí entrar con una amplia sonrisa en mi rostro.

_¡Buenos días!

_buenos días mi niña

_te traje el desayuno -dije mientras me acercaba y se lo daba

_el chocolate caliente huele bien

_¿Cómo te sientes?

_mucho mejor -dijo sonriendo

_¡bien, me alegro! -dije con una sonrisa

_tengo que bajar, pero llámame si necesitas alguna cosa abuela

_no te preocupes

Sali de su habitación y vuelvo a la cocina para desayunar, la abuela está en un estado delicado, tiene depresión lo que ocasionó que su salud empeorará, nosotros los lobos tenemos muy buena resistencia pero todo tiene un limite y la abuela llego al suyo, tengo miedo de que le pase algo malo, y eso es otra cosa que me tiene estresada estuve comiendo como devia pero no puedo evitar perder peso.

Desayuno en silencio, tengo la cabeza llena de cosas para hacer, me levanto, lavo las cosas que ensucie, luego voy a la habitación de la abuela quien esta durmiendo tranquilamente, la mayor parte de su día duerme, bajo con la taza y plato sucio y las lavo, me dirijo hacia la pequeña oficina que era de mis padres y ahora es en dónde paso tiempo cuando no estoy entrenando, lleno papeles hago cuentas para las raciones de comidas, Trato de ayudar a las familias a escondidas con lo que puedo y hago planes futuros cuando ese hijo de puta este muerto.