el destino

capitulo 34

Me desperté en la madrugada aún en total oscuridad, y justo en el momento en dónde hace más frío en invierno para ir al campo de entrenamiento, muchas cosas pasaron desde lo que ocurrió con mis padres, el alfa que estaba ahora se aprovecha de la manada y hace un mal manejo de ella, hicimos reuniones a escondidas con los ancianos de la manada pero ellos no nos dieron su apoyo, por más que gala y yo nos esforzamos muchísimo, gala también había estado ayudando a familias, pero ellos no aceptaron nada.

y muchas familias decidieron irse y entre ellas la amiga de gala, desde ese momento gala se alejo de mi, casi no me habla y dejamos de tener intimidad, trate y trate de hablar con ella y que me dijera el motivo pero ella no quiere, y eso me asusta ella dijo que nuestros sentimientos podría cambiar y por mas que seamos mates, gala seguramente se siente atada a mi por nuestro enlace y tengo miedo de perderla.

gala esta durmiendo muy tranquila al lado mío con una de sus manos en mi pecho últimamente la veo tan pequeña y más hermosa, deslumbrante, ella siempre me toca cuando duerme pero realmente cuando está consciente ella no me toca y no me deja tocarla, también hablamos en la noche antes de irnos a dormir lo cual fue una sorpresa ya que siempre llegábamos tarde a casa y gala solo decidía dormir, ella me dijo que se ausentaría hoy pregunté el motivo y su respuesta fue que necesitaba pensar, no quise preguntar más y darle su espacio se que estaba pensando muchas cosas y que quizas yo no puedo ayudarla.

Me levanto de la cama sin hacer tanto ruido ni escándalo busco ropa, unos pantalones cómodos de ejercicio y un buzo de color gris, unos borcegos para la nieve y salgo de la habitación, camino por el pasillo, me paro en frente de la puerta de la habitación de la abuela y lentamente la abro me preocupa ya que esta con depresion y casi no come, tambien se la pasa durmiendo, la observo dormir tranquila y eso me deja tranquilo, cierro la puerta lentamente y bajo las escaleras preparo un café y mientras lo tomo busque un papel con una lapicera, decidí dejar una nota y decirle a gala que volveré a la hora del almuerzo y la ayudaría a cocinar, la ve la taza que ensucie y sin más salgo de casa.

Perdí la noción del tiempo y el reloj sonó a las doce, salí de mi oficina y me dirijo hacia la cocina para preparar el almuerzo y justo en la mesa note la nota que Liam había dejado, cuando estaba preparando el desayuno no la habia visto, asi que va a venir a cocinar conmigo, me gusta la idea pero ojalá fuera en otro momento y justo en ese momento Liam llegó, eso me saco de mis pensamientos, el entro y podia escuchar sus pasos que pasaban por el living hasta que llego a la cocina y se dirigió hacia mí.

_hola cielo -dice mientras me da un beso en la mejilla.

_ya hablamos sobre esto -dije sería.

Suspiro _te amo mi vida -dijo con tristeza.

Me dolía pero realmente yo me sentía tan segura con mi cuerpo.

_yo también.

_¿que quiere comer hoy? -pregunto curioso.

_¿yo? -dude pero decidí proseguir _sopa.

_¡bien voy a cocinar hoy!, y tú mi bella dama vas a tomar asiento -dijo mientras me hacia señas para que me siente.

Y lo hice, observe como sacaba verduras de la heladera y las coloco sobre la mesada, se lavo esas manos de dedos largos y tan varonil que tiene, luego corto las verduras y esos hermosos brazos definidos hacían presión en el momento de cortar, creo que la baba se me está cayendo, pero no por la comida si no por el, espero que no lo note, después las colocaba en una olla, luego le puso agua caliente y al fuego, saco carne de la heladera, la corta y la puso en la olla a hervir, se labo las manos y se las seco luego me miro y yo desvió mi mirada hacia otro lugar.

_mirame.

_no.

El camino hacia mi y yo seguí con mi mirada en otro lugar luego pude sentir como acaricio mi cabello y como puso su mano en mi mejilla y caricio está.

_mirame -dijo con autoridad.

_te dije que no.

Siguiendo con las caricias en mi mejilla luego se inclino y me depósito un pequeño beso en ella, y poco a poco fue bajando hasta mi cuello, por mas que yo llevara una camiseta de cuello alto esos pequeños besos me hacian desear más y más, pero puse una de mis manos en su pecho y lo detuve.

_tengo hambre -dije mientras lo miraba.

_está bien -dijo con tristeza.

Se separó de mi y volvió a caminar hacia la olla y puso pasta en ella, yo me levanté y me fui a la oficina para calmarme sentía que estaba temblando y ansiaba sus besos y caricias por mi piel, pero la cabeza me taladraba con el pensamiento de que si me veía desnuda otra vez y no le gustaba mi cuerpo, no sabía que iba a hacer, me dolería demasiado.