**Clarissa O'Kelly**
No sé qué pensar, que decir, o si intervenir al ver que se ha quedado callado.
Estoy muerta de nervios y necesito a como dé lugar que este hombre acceda a qué sea yo la candidata perfecta para el trabajo.
—De acuerdo, creo que ha sido muy acertada —Eso me pone alerta, pero me hace soltar el aire que no sabía que retenía —. Me parece muy bien lo que dice, así que procederemos con lo acordado.
—Me parece perfecto —Sonrío apenas, pareciendo una profesional.
—Le haré llegar las cosas que tiene que saber por escrito, de ahí le envío el contrato con las pautas, porque es seguro que cuando quiera el divorcio, se hará así. Le daré el dinero cuando firme, y me haré cargo de darle una mensualidad por el trabajo que hará. ¿Le parece bien así? —Parece que lo tenía todo organizado, o más bien, todo fríamente calculado.
Es bastante hermético, seco, reservado, se hace notar, pero me da una idea de que también puede pasar desapercibido. Al parecer puede llegar a ser muy contradictorio.
Y mientras yo lo sigo viendo, el mira sus papeles y me concentro en escuchar lo que dice y no es que me moleste, pero la manera de referirse a mí, da a entender que no tiene novia, que no habrá ese pequeño inconveniente en este trato.
Termina de dar algunas especificaciones, y en eso me entero de que va la empresa, cuanto tiempo tiene y algunos típs qué tal vez me sirvan luego. Al terminar yo no digo mucho, porque la que quiere esto más que él, soy yo y creo que ha sido suficiente lo que le he dicho. Me despido con un apretón de manos de él y salgo de la oficina.
—¿Qué pasó? ¿Qué te ha dicho? —Me aborda Nadia de inmediato.
—Parece que el trato quedó cerrado, enviará unos documentos contigo, ya seguro estarás informada de todo —Le medio sonrío, porque pese a que lo necesito, no es que quiera mucho hacerlo.
—¡Excelente! —Sonríe.
—Me marcho, te dejo trabajar —Le doy un beso en la mejilla y me despido.
Cuando llego a casa, Andrew no está como de costumbre, y creo que será lo mejor, y que ya no siga viviendo aquí, que recoja sus cosas y se vaya, porque después de todo lo que se hizo hoy, se nota que ese hombre es muy poderoso y de descubrir lo mío con Andrew, puede que no se concrete nada y se arruine todo.
Tengo una pareja y aun así me tengo que casar con otro solo para poder sacar de apuros a uno. No me parece nada justo.
Tal vez la decisión de que se vaya, esta separación sirva de algo para que Andrew se de cuenta de muchas cosas, y me ayudará a mi también, o eso espero.
No pasa mucho tiempo cuando lo veo llegar, así que tomo el valor que no tengo, pero que de verdad necesito, y me acerco a él. Lo saludo como de costumbre con beso en los labios y lo dejo pasar y ponerse cómodo
—Necesitamos hablar de este plan—Se ve muy interesado y se mantiene todo el tiempo en posición de escucharme.
—Claro. Mientras más rápido, mejor. No podemos siquiera pensar en dejar que él elija a otra. De seguro es un viejo con dinero, que quiere buscar en qué gastarlo —No lo conoce y ya está suponiendo. ¿Qué sería de su expresión si supiera que es un hombre con dinero, pero joven y muy guapo? Podría decir que más joven que él o de la misma edad, solo que mucho más atractivo.
—Creo que lo mejor es que no sigas viviendo aquí —Lo suelto de una vez sin pensarlo mucho, y él me mira con cara de no entender lo que digo —, pienso que si quiere saber dónde vivo, no querrá saber que lo hago con un hombre, además, no puedo decirle otro lugar, porque no lo tengo. Puedes ir con tú madre unos días mientras todo esto se concreta.
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INSANITY
RomanceUn plan trazado, con un fin desagradable. Clarisse y Andrew, dos vulgares ladrones, o digamos que uno más que otro, buscaban como obtener dinero de manera ilegal, poco confiable y sobre todo de mala manera. Muchos robos y muchos planes victoriosos...