Capitulo 10

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**Clarisse O'kelly**

No puedo decir que no estoy muerta de miedo, y no porque él pueda hacerme algo, sino por descubrir mentiras y yo me termine decepcionando más de Andrew.

Aunque ya lo estaba, mi amor es irracional, porque mi decepción proviene de ver sus prioridades, de ver qué no quiere salir adelante, que no piensa nada más allá de su madre, porque no se da cuenta que tiene que hacer lo posible sí, pero que se tiene que dar cuenta que su madre en algún punto formará parte de su pasado, que yo soy el presente, el futuro, y la vida misma.

Más siento que al no ser capaz de ser yo misma con él, que soy una sumisa a su lado, mis manos están atadas de alguna forma.

En algún momento me ve perdida en mis pensamientos, se pone en pie y se acerca a mí, tiene una cara sería, se ve agotado y no por eso pienso echarme para atrás en lo que vine a averiguar.

—¿Te acordaste que tenías novio? ¿O viniste a seguir acusándome? —Pregunta evidenciando más su rabia y su coraje por el último acontecimiento, pero hay más de dónde vino eso, así que será mejor que se controle, ya que estamos en una clínica.

—No y puede que sí —Respondo haciéndolo fruncir el ceño —. Fui a poner una denuncia a la delegación con respecto al robo en casa —Le aclaro y empiezo a explicar para luego poder hacer pregunta —. La policía reviso las cámaras de seguridad del edificio y se dieron cuenta que dejaste la puerta abierta al salir —Abre los ojos asombrado y asiente como queriendo hacer ver qué estaba equivocada —. Entraron los vecinos del último piso a robar y se llevaron todo lo que había de valor en el departamento —Veo que su cuerpo se tensa y eso me da un indicio.

—¿Cómo todo? Ahí no había nada de valor —Es su respuesta y por la expresión de su rostro puedo ver qué está ansioso y eso me pone alerta.

—Destrozaron todo, incluyendo las lozas, según ellos para tapar evidencias —No se porque alargo la noticia —. Los atraparon, y dijeron que se llevaron solo una cierta cantidad de dinero —Traga duro y me muerdo el labio inferior tratando de contener los sentimientos.

¡Me mintió! ¡Está claro! Pero no se ni porqué me sorprendo.

Lo conozco tan bien que se cuando puede o no puede mentir, y me puedo dar cuenta cuando se siente acorralado. Estuvo días ausente, me dijo que el dinero del robo se había ido todo en lo de su madre, la proposición para que aceptara el trato y el que no se quejara en irse a casa de su madre.

¿Que más podía esperar?

—¿Metieron presos a los desgraciados? —Pregunta entre dientes.

No puedo creer que tenga el tupé de tacharlos de esa manera, cuando él y yo somos peores que ellos, quienes solo fueron unos vil rateros. ¿Pero nosotros que somos? Somos mucho peor.

—No puedo creer que me mintieras. ¿Con que fin? ¿Cuando he pedido yo dinero? ¿Acaso creías que te lo quitaría o que? —Exploto, pero me controlo para no gritarle justo ahora.

—No, no te mentí Clarisse. Estaba ahorrando, mamá lo necesita —Su excusa de siempre para todo, no lo soporto más.

—¿Y era necesario mentirme? —Reprocho.

—Fue hace poco, guarde algo del robo, Yo te lo iba a decir, pero pasan muchas cosas, mamá, llegó el trato, tuve que irme de casa y mamá... —Lo corto.

—Nada justifica ésto, nada —digo con un nudo en la garganta —. ¿Sabías que de yo estar enterada ese dinero no se hubiera perdido? ¿Verdad? —Escupo enojada.

—Sabes que sí, mamá está mal. Perdóname, yo todo lo hago por nosotros, por nuestro futuro. Cuando ella esté bien yo podré estar tranquilo, vivir en paz contigo. Solo se me ha pasado amor —Me toma las manos y besa el dorso.

INSANITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora