**Arthur Hume**
Mi abuela es una persona transparente cuando la toman desprevenida y es justo lo que yo he hecho. Se le nota en el rostro la sorpresa de que sea ella, más no de que ya lo sabía todo.
—Mucho gusto Clarisse, hasta que al fin te conozco, te pongo un rostro y una hermosa sonrisa —La sorpresa en su rostro no se compara con sus palabras, porque eso quiere decir que ya sabía de ella, confirmando mi sospechas.
Mi abuela la esta evaluando por completo, la mira con tanta ilusión que espero que no se tope con algo que no le vaya a gustar, porque eso podría ser un poco complicado, no del todo, pero podría ser tedioso.
—El gusto es mio señora, Arthur me ha hablado tanto de usted, que siento que ya la conozco —La miro sorprendido sin que mi abuela lo note.
Si que es buena para ésto, está siendo muy buena en la manera en la que le ha respondido, un poquito más y se la mete en el bolsillo.
—Pasemos al jardín, tomemos un poco de café —La miro con ganas de reír, más no lo hago. Hasta se le ha olvidado que me llamo para hablar conmigo.
Aquí el clima está muy áspero, el sol invade todo, pero sería bueno sentarnos un buen rato en el jardín, aunque a eso no fue a lo que vine.
—Me llamaste con urgencia, hablemos ahora. ¿Que pasa? —Interrumpo su emotiva presentación.
Se que ella me quiere hablar de Clarisse, pero de verdad espero que al verla aquí se disipen sus dudas y solo quede aceptarla, porque con el simple hecho de haberla traído, se que ahora es cuando comienza la verdadera presión, y el temita que me había impuesto.
—¡Que áspero eres!. Estás presentándome a tu novia, deja que la conozco un poco más —Ruedo los ojos, y aún así me divierte la situación. Ella fue la que dijo que era urgente y ahora no le interesa hablarme —. Ven querida, vamos —La toma del brazo y empiezan a caminar.
Camino tras de ellas hasta llegar al jardín, las veo sentarse una frente a la otra, se nota que Clarisse los nervios los pierde rápido, ya que la veo muy tranquila y pasiva junto a la matriarca Hume. ¡Que rapidez! Eso me gusta.
—Josefina, tráenos tres cafés —Le indico a la sirvienta de mi abuela, la cual se colocó al lado de ella cuando entramos al jardín, esperando que le indicaramos que hacer —. ¿O quieren algo más?
—Yo preferiría un poco de agua fría —Indica Clarisse, demostrando que hay mucho calor.
—Entonces trae una limonada para Clarisse —Le corrijo y ella asiente.
—Con permiso—dice y sale del jardín.
—Que hermosa es tu novia, tan fresca y sencilla —Opina mi abuela haciéndola sonrojar. Yo me coloco al lado de ella, y puedo sentir su reacción una vez me acerco a ella, se nota que los nervios comienzan a aparecer de nuevo. ¿Y ahora que?
—¿Verdad que sí? Es la más hermosa —Me acerco y le doy un beso en la mejilla, solo para ver cómo reacciona y si sus nervios aumentan, y en efecto, así es.
No sé porque me ha dado por jugar un rato con ella, pero me ha gustado su reacción.
—No tenías planes de presentárnosla pronto, pero me alegra que estén aquí, ha sido una casualidad muy bonita de hecho —Nos mira de hito en hito.
Mi abuela se la sabe de todas todas. Sobre todo presentir las cosas, por eso me siento un poco nervioso de que descubra a Clarisse, aunque hasta el momento ella lo ha estado haciendo muy bien.
—No es así, solo que al parecer ya sabías bien de ella, o alguien se nos adelantó —digo alzando una de mis cejas para que sepa que no soy tonto.
Sé que mi primo es muy conversador o muy metiche, se le ha ido la lengua y se lo dijo a su madre, que estoy segura se lo ha mencionado ella a mi abuela. Con solo ver su cara de poco sorprendida, me di cuenta de todo, y es que no hay nada que ellos puedan callar, pero nadie sabe cómo es mejor, por lo menos ya dimos el primer paso.
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INSANITY
RomanceUn plan trazado, con un fin desagradable. Clarisse y Andrew, dos vulgares ladrones, o digamos que uno más que otro, buscaban como obtener dinero de manera ilegal, poco confiable y sobre todo de mala manera. Muchos robos y muchos planes victoriosos...