**Clarisse O'Kelly.**
Desde que conozco este hombre, nunca lo había visto vestido con otra cosa que no sea un traje. Y aunque lleva puesto un saco encima, está bastante sencillo y llama bastante la atención.
No soy capaz de mirarlo a los ojos, me siento demasiado intimidada, porque me ha estado viendo de una manera bastante peculiar y hasta podría decir que intensa.
Me ha gustado el lugar, solo que no creo necesario que haya tenido que cerrar todo solo para poder hablar. Sin embargo, es su dinero y que haga con él lo que le dé la gana, la verdad es que no me interesa.
No deja de mirarme, esa no fue la intensión de ponerme este atuendo, no quería llamar mucho la atención ni parecer exagerada, pero aún así, sus ojos no se mueven de mi, lo que hace que mucho menos quiera posar mis ojos en él.
Me parece que haber pedido langosta fue demasiado, pero yo puedo entender que tienen ese tema de comer comida cara solo porque sí, yo con una cómoda rápida soy feliz, demasiado sencilla dirían que soy, aunque soy capaz de preparar unos platillos igual de buenos que los que deben hacer aquí
Cuando saca su teléfono, lo pone sobre la mesa y me muestra el primer término del que tengo duda, levanto mis ojos hacia él. Comenzamos a comentar algunas dudas y es como poner sobre la mesa lo que tenemos que hablar.
—Entonces estos son los términos que queremos hablar —dice haciéndome ver.
—Si, no se muchas cosas, pero lo que si sé es que estamos perdiendo el tiempo si no lo hacemos rápido —Me adelanto a decir, me urge que firmemos y nos casemos, antes de que pueda arrepentirse y que Andrew piense que fue mi culpa.
Además, acelerar todo esto lo antes posible, llevará al término mucho más rápido. Porque la verdad es que no entiendo la necesidad de tardar tanto, eso nos llevará a tener que pasar más tiempo juntos de lo debido, ya que hay que primero llevar a cabo la firma, presentaciones, compromiso y eso la verdad me da migraña, y eso que aún no he empezado a vivirlo.
—No es la única, le aseguro que si lo pedí es porque lo necesitó para ya —Me recuerda, y me alegra por lo menos oír eso. Ya que significa la aceleración de todo este rollo.
Parece que poco a poco mi vida se convierte en una telenovela turca, es demasiado extraño lo que estoy viviendo, ni siquiera parece normal.
—Bueno me parece bien, será mejor que dejemos todo aclarado, que no haya dudas y así evitar futuros problemas —Le expreso. Parezco toda una profesional cerrando un negocio, tal vez en mi otra vida fui empresaria, o que de verdad de haberlo intentado, serviría para algo así.
¿Ser una mujer de oficina? ¿Cómo se vería eso?
En definitiva me hubiese encantado seguir con mi vida y no quedarme estancada, pero así es la vida y tengo que vivirla como me tocó.
—¿Antes podemos bailar esta canción? —Lo miro asombrada, no sabía siquiera que él pudiera o supiera bailar, pero habrá que descubrirlo ¿No?.
No sé que hacer, ni que decir. Primero, tengo que ser franca, le temo a la cercanía de este hombre, me intimida y no se que pueda ocasionar el que esté tan cerca de mí.
Le pongo atención a la canción que está sonando, apenas y puedo oírla porque está de fondo, pero es una música suave, un vals de hecho. Algo que me pone más los pelos de punta, tengo que estar cerca de él y eso me aterra, más no puedo decirle que no.
Se levanta y extiende su mano hacia mi, la tomo sin pensarlo mucho por temor a arrepentirme, y a paso lento me lleva hacia la solitaria pista de baile. Se detiene, posicionándose frente a mí, toma una de mis manos con una de las suya y la otra va a mi espalda baja, pegándome más a él, obligandome a mi a poner mi otra mano sobre su hombro derecho.
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INSANITY
RomanceUn plan trazado, con un fin desagradable. Clarisse y Andrew, dos vulgares ladrones, o digamos que uno más que otro, buscaban como obtener dinero de manera ilegal, poco confiable y sobre todo de mala manera. Muchos robos y muchos planes victoriosos...