Capitulo 11

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**Clarisse O'kelly**

Seré la mejor actriz que pueda ser si con eso consigo lo que quiero, o más bien, lo que se necesita, porque yo no es que lo quiera mucho, la verdad.

Sigo en la misma posición, estoy segura de que no me veo nerviosa, pero me siento como de esa manera. Arthur se acerca, lo toma de la mano y lo aleja un poco de mi, no alcanzo a escuchar lo que dicen, pero intento no darle importancia.

Tampoco planeo quedarme a esperar que terminen de hablar, así que me voy, dejándolos ahí, tratando de que no se note que me estoy moviendo, y sigo buscando a Nadia, haciendo como que nada ha pasado. Camino hasta el pasillo donde ella trabaja, y la encuentro en su escritorio frente a la computadora, tecleando algo rápidamente y también se ve con su rostro muy preocupado.

¿Que estará pasando?

—¿A quien mataremos? —Le digo en broma, tratando de que me preste atención y a la misma vez que se relaje un poco la carga que tiene.

—No sabes nada, esto es un caos —Se va directo a contarme, creo que se le olvida hasta preguntarme porque estoy aquí.

—Lamento no poder ayudarte mucho, no se que haces, y tampoco como ayudar—Se levanta de su silla, y ahí se concentra en mi.

—Pensé que me avisarías para irte a recoger, o que de una vez irías a casa —La miro con ojos entrecerrados, hasta me atrevo a reír un poco.

—No tengo llave. Y tampoco creo que fuera conveniente tirar la puerta —Comienza como loca a buscar en su bolso, saca las llaves, las mira con cara de sorprendida y me la tiende como si nada.

—Para la próxima, mejor me quedo a esperarte en la puerta, esto es muy lejos, mucho taxi, y además tengo que ver a tu jefe y que me involucre en sus cosas —Saco ese tema a conversación, porque en realidad lo que quiero es contarle lo que ha sucedido y se que por ahí puedo empezar.

—¿De que hablas? Mi jefe acaba de salir a resolver un asunto urgente sobre la empresa —Me dice ella muy inocente, pero quizá así es, solo que el trayecto a la salida fue largo.

—Nos encontramos con uno de sus primos y se atrevió a decirle que soy su novia —Sus ojos de abren de par en par, sin ella decir nada, continuo contándole —. Su novia y futura esposa —Suelto aún sin creermelo —. Se acercó mucho a mi sin previo aviso. Nadia, me puse demasiado nerviosa —Susurro y ella rie.

—¿Como sería la cara Andrew si supiera? —Escucho su risa malévola y se lo que quiere decir con eso.

—Mejor que no, aunque no es tonto, él ya lo vió, sabe cómo es y si su instinto de macho alpha sale, intentará ser posesivo y no lo soportaré —Hablo bajito, no quiero que nadie escuche ese nombre y de lo que hablamos.

—¡Quien fuera tú, amiga! —Siento que se burla, porque nadie quisiera ser yo, y menos en este momento tan catastrófico.

Soy un caos andante, tengo vida porque no tengo derecho a quitarmela. Vivir lo que viví, y ahora como tonta enamorada sigo viviendo, pues no sé lo deseo ni a mi peor enemiga.

—Debo irme, te veo ocupada y no quiero desconcentrarte, luego no terminas y me culpas a mi —Sacudo las llaves divertida y salgo de ese pasillo. Me dirijo a la puerta del ascensor, tomandolo para llegar a planta baja y buscar la salida. Estoy a punto de tomar un taxi. Sin embargo; un auto se detiene delante de mi, no distingo de quien se trata, hasta que baja el cristal de la ventana y puedo visualizar al mismo Arthur Hume mirándome fijamente.

¿Y ahora qué?

—Sube, te llevaré a casa de Nadia —Frunzo el ceño. ¿Cómo puede saber hacia donde me dirijo?. Además, no me quiero ir con él, mientras menos contacto a solas, mejor.

INSANITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora