Capitulo 5

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**Clarisse O'kelly**

¿En qué berenjenal me habré medito yo Dios mío?

Algo me huele a trampa. ¿Que es lo que está pasando?

Sinceramente no siento nada por él, pero siendo aún más sincera. ¿Quién no se pone nerviosa con un hombre como él? Es de esos hombres que te miran por encima del hombro, que se ve tan fuerte y elegante, pero sobre todo que se va a convertir en tu esposo. Aunque sea solo de nombre, así será, es casi un hecho, porque no puedo permitir que ese contrato se lo dé a otra.

Nadia se acerca a ellos, por lo que nosotras no nos podemos quedar atrás. Cuando salgamos de aquí, estoy segura de que querré matarla. ¿A quien se le ocurre traerme a un lugar así y más estando el señor Hume aquí?

—Buenas noches jefe. Que gusto verlo por aquí y que novedad —Con decir eso y más la manera en la que lo hace, confirmo que ella tiene algo que ver, aunque no se que gana con todo esto, la verdad. Se supone que todo se trata de trabajo, no hay necesidad de encuentros como estos.

—Buenas noches. Me sorprende verlas aquí. ¿Cómo estás Clarisse? —Se dirige a mi, logrando ponerme nerviosa y cuando toma mi mano y la besa, sé que lo hace por cortesía, y quizá también por aparentar delante de sus amigos. Y me hago a la idea de que es un hombre que no le gustan las mujeres como dijo Andrew.

Es que hasta me parece increíble.

—Estoy bien. Espero que ustedes también —No quiero ni míralos a la cara. Aún sigo sin creer que estemos aquí.

Se le nota la clase y la elegancia no solo en él, sino también en sus amigos, y sobre todo el dinero que todos tienen. Yo no se cómo voy a encajar en ese círculo que se ve tan inmaculado, y menos por el tiempo que tenga que fingir.

—Pueden quedarse con nosotros, si gustan. —Agrega eso último y de inmediato corro a ponerme delante de Nadia, antes de que se le ocurra decir que sí, porque ahí si es verdad que la termino de tirar de un edificio, o la estrangulo si es necesario.

Vinimos por una noche de chicas, este no era el plan y yo aún no se cómo comportarme, recién hoy lo he conocido y que me lo impongan tan de repente me deja sin saber cómo actuar, y es algo que no me gusta nada.

—Queremos una noche de chicas, pero estaremos cerca —Responde Marisa, y le agradezco en silencio por hacerme ver que si tiene un poco de sentido común.

Nos alejamos despidiéndonos con una leve sonrisa, o por lo menos eso lo hago yo. Así que de inmediato tomo a Nadia de la mano y la hago moverse antes de que se le ocurra cualquier otra locura.

Caminamos hasta otra mesa, en donde se que estamos siendo observadas por ellos, pero no importa, si salí a divertirme, lo haré de todos modos. Me dispongo a pedir un trago, y veo un mesero acercarse, así que dispuesta a pedirle algo intento hablar, pero nos trae la botella completa de un whisky, que según el menú, me daría un riñón nuevo. Está súper caro, y se que ninguna de nosotras podría pagar algo así.

—Perdone, pero nosotras no hemos pedido nada —Me adelanto a decir, un poquito asombrada, tanto por la botella como por el precio.

—Lo sé. El señor Hume, lo ha enviado —Deja la botella y se retira. Las atenciones repentinas me están haciendo estresar, apenas es el primer día y ya estoy aturdida. Me imagino que a de ser por apariencias.

Decido que lo mejor ignorar eso y divertirme, o por lo menos intentarlo. Destapo la botella y servo los tragos pata todas. Llevo el vaso a mis labios y sin pensarlo mucho me lo bebo todo, de un solo trago. ¡Joder! Está demasiado fuerte, me quema bastante la garganta.

INSANITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora