**Arthur Hume**
Me parece que algo no encaja en lo que estamos acordando, ella no puede solo soltar la bomba de que quiere hacer lo mismo que yo y pretender que eso no significa nada. Yo no soy hombre celoso, tampoco es que sienta algo por ella, pero no permito que nadie hable de mi, o andar en boca de todos, y si piensa que me va a dejar en ridículo, está muy equivocada, las cosas conmigo así no van.
Tiene la intención de irse, y yo la sigo para dejarla en su casa y así yo poder irme a la reunión que tengo pautada. Porque tiene una lengua que me saca de quicio y con lo último que ha dicho, es mejor tomarme un breake.
—Sí, ya te llamaré cuando... —El sonido de mi teléfono nos interrumpe, le pido un momento con una señal de mi mano al darme cuenta que es mi abuela y me llevo el teléfono al oído —. Hola abuela. ¿Cómo estás?
—Hola hijo. Estoy bien. ¿Donde estas? —No pregunta cómo estoy yo, sino específicamente dónde me encuentro, algo muy propio de ella aveces.
—Estoy en mi departamento, iba de salida. ¿Que sucede? —Pregunto de inmediato, muy al pendiente de Clarisse.
—Necesito verte con urgencia, ven a la casa —No lo pide, lo exige y eso no puede ser, justo ahora tengo muchas cosas que hacer, solo espero que no haya pasado nada malo. Y lamentablemente tendrá que esperar porque tengo una reunión en unos minutos.
—Espera... Abuela no creo que sea conveniente, tengo una reunión en treinta minutos —Me inquieto y le digo de una manera muy áspera, ya que sé lo insistente que puede ser.
—Cancela la reunión —Exige —, te espero aquí y no hay más que decir —Bufo hastiado, porque la mayoría de las veces no podemos decirle que no y se escucha segura. De hecho sé de que si no llego, ella se puede hasta aparecer en la reunión, y es algo que de verdad no me apetece presenciar.
—¿Es necesario? —Me frustro, porque éste negocio es muy importante, y cancelar la reunión nos quita seriedad en el asunto.
—Si, muy necesario y espero que llegues—Cierro los ojos dándome por vencido, ya sabía yo que era imposible.
—De acuerdo, voy para allá —Creer que podía ganar es una tontería.
—Arthur... —Me llama para evitar que cuelgue, pero no la dejo continuar.
—Sí, sí, está bien, no te preocupes, estoy ahí en cinco minutos —Sé que si no colgamos, no podré salir y llegar a su casa, así que será lo mejor. Cuelgo la llamada y poso mis ojos una vez más sobre Clarisse.
Ni modo, tendrá que ir conmigo, porque está necesidad de la abuela porque yo vaya a su casa, pues no me parece nada normal y ya me imagino por dónde va la cosa.
—¿Todo bien? —Pregunta al ver que he guardado el teléfono y suelto un suspiro de frustración.
—Mi abuela me necesita en su casa, discúlpame, pero no tengo tiempo de llevarte y tendrás que venir conmigo —Le informo y sus ojos se abren por la sorpresa, es más que claro que no esperaba eso.
—No, no, yo puedo tomar un taxi, no es necesario —Empieza negar rápidamente, no quiere ir y la entiendo, es sorpresivo, pero matar dos pájaros de un tiro nos irá bien.
—No permitiré que tomes un taxi, la casa de mi abuela está a cinco minutos y me puedo imaginar que es lo que está sucediendo, así que es ahora o nunca —Le hago ver qué podemos tomar la oportunidad que se nos presenta, y aún así su rostro muestra inquietud e inseguridad.
—No estoy lista Arthur, no creo que... —Se detiene a medio camino. Mi nombre de pila se escucha realmente bien en sus labios, pero no le parece propio —. Lo siento —Se disculpa mostrandome que es así, pero yo no le tomo importancia a eso y tomo su mano para irnos, lo que menos quiero es que se arrepienta cuando ya tengo un plan trazado.
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INSANITY
RomanceUn plan trazado, con un fin desagradable. Clarisse y Andrew, dos vulgares ladrones, o digamos que uno más que otro, buscaban como obtener dinero de manera ilegal, poco confiable y sobre todo de mala manera. Muchos robos y muchos planes victoriosos...